El Complexo Hospitalario Universitario de Santiago es pionero en tratamiento de tumores intraoculares

Semillas de isótopo contra el cáncer de ojo

Exteriores del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
Una visión borrosa acompañada de una mancha oscura en el iris puede esconder un melanoma intraocular. La formación de células malignas en los tejidos del ojo es más probable en personas de edad avanzada, pero cada vez aparecen en gente más joven. La detección precoz es fundamental para evitar la extirpación del globo ocular y aplicar un tratamiento de radioterapia que respete los tejidos sanos. El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago es uno de los tres centros de referentita reconocidos por el Ministerio de Sanidad.
Contra el tumor, extirpación. Los especialistas no tenían otra opción hasta que en 1978, un oftalmólogo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Lorenz Zimmerman, demandó tratamientos alternativos menos agresivos. Las pruebas realizadas en el otro lado del Atlántico condujeron al mismo punto que las realizadas en laboratorios europeos: la radioterapia con yodo 125.

Uno de los centros punteros en este lado del océano era, ya en los ochenta, el hospital de Santiago de Compostela. En 1992 fue el primero en aplicar tratamientos conservadores para el melanoma del ojo y durante años fue, junto al de Bellvitge (Barcelona), el único hospital español en el que se radiaban tumores sin necesidad de extraer el ojo. Acudían pacientes de toda Galicia, Canarias y otras comunidades del noroeste peninsular.

El equipo de Oftalmología del CHUS es desde hace años el faro que guía a colegas de otros hospitales españoles y, desde junio de 2008, cuenta con el reconocimiento oficial del Ministerio de Sanidad: el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud lo reconocía como uno de los ocho primeros centros de referencia de España que deberán garantizar equidad en el acceso y una atención sanitaria de calidad a los pacientes que sufran enfermedades raras.

‘Es importante gozar de ese reconocimiento oficial, pero llevábamos años siendo una referencia en el tratamiento de tumores intraoculares’, explica Carmela Capeáns, jefa del departamento. ‘El hospital de Conxo -resalta- fue el primero de España en tratar los melanomas con radioterapia, con el isótopo yodo-125, y los segundos en aplicar la braquiterapia’.

Semillas de yodo


La radiación de los tumores se aplica mediante semillas de yodo, que se aplican en láminas acordes con el tamaño del tumor y su distancia del nervio óptico. Este transmisor, encargado de enviar la información visual al cerebro, debe permanecer fuera de cualquier posibilidad de radiación.

El paciente permanece ingresado en el hospital entre cuatro y nueve días, dependiendo de la carga radiactiva y el tamaño del tumor. Los médicos le colocan un parche de plomo mientras actúa una placa de oro, que en su interior contiene las semillas de isótopo; es un tratamiento especialmente cuidadoso con los daños colaterales y aplica estrictas medidas para respetar los tejidos sanos.

‘El tumor nunca desaparece y los efectos no se notan a corto plazo; la mejoría se aprecia a partir del primer año, cuando el tumor deja de crecer o se reduce de forma considerable’, explica la doctora Capeáns. ‘No son muchos los casos que se presentan -añade-, pero cada vez detectamos cánceres de este tipo en gente demasiado joven. La mitad de los pacientes diagnosticados de melanoma intraocular no vive más de quince o veinte años’.

La unidad de Oftalmología del Complexo Hospitalario Univesitario de Santiago divide su actividad en dos prestaciones: la asistencia de tumores intraocu lares y la reconstrucción de la superficie ocular compleja. El trabajo coordinado de estos dos equipos le ha valido la declaración como centro de referencia tras superar una exigente auditoría. Esta condición la mantendrá mientras supere las inspecciones periódicas del Sistema Nacional de Salud; el Ministerio de Sanidad exige, además, que el servicio disponga de los medio necesarios para realizar una biopsia en el ojo y practicar una cirugía compleja de vitro retina.

El melanoma es una ‘enfermedad rara’, de la que se diagnostican una docena de casos al año en Galicia

Figura en la lista de enfermedades raras, pero es el cáncer de ojos más frecuente en adultos. El riesgo de melanoma intraocular aumenta con la edad, pero también influyen otros factores, como la exposición al sol. No existe un registro oficial de pacientes, pero en Estados Unidos padecen esta patología seis personas por cada millón habitantes.

Los especialistas aseguran que en Galicia se diagnostica una docena de casos cada año, pero en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago van a atender este año a una treintena de pacientes.

‘Nuestro de ámbito de actuación es muy amplio y por el hospital de Conxo pasan pacientes procedentes de otras comunidades; sólo los centros de Bellvitge, Valladolid y el Institut Catalá d’Oncologia pueden ofrecer una atención similar a la nuestra. A Santiago vienen casi todas las semanas personas de fuera de Galicia; pese a ser una enfermedad rara, en estos momentos tenemos cuatro personas en lista de espera’. Los especialistas del servicio dedican a estos tratamientos tres jornadas semanales; realizan dos o tres operaciones cada mes y programan revisiones; los pacientes deben acudir a dos revisiones anuales durante los cinco primeros años y una en los posteriores.

‘Algunas de las pruebas que se usaron para diagnosticar el cáncer o para determinar su estadio pueden repetirse para asegurar que el tratamiento es eficaz. Los resultados son importantes para decidir si se mantiene, cambia o suspende el tratamiento. Estas pruebas de seguimiento, además de actuar como sistema de evaluación continua, son la base para una correcta reestadificación’.

La responsable del departamento de Oftalmología del Complejos Hospitalario Universitario de Santiago es partidaria aplicar la coherencia y realizar un reparto geográfico de los pacientes para evitar grandes desplazamiento de los pacientes que huyen de las demoras en otros centros.

El reconocimiento como cen tro de referencia implica que el Ministerio de Sanidad aporte el 80% del coste medio de los procesos ambulatorios, una inyección económica con la que el Gobierno pretende potenciar los hospitales volcados en la investigación de patologías complejas.



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