El día que el PSOE liderado por Felipe González ganó las elecciones en el 82, José Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 1967) tenía 15 años.
Todavía no era consciente del histórico cambio que se había producido, pero nunca olvidó la felicidad de sus padres esa noche electoral. Años después, el menor de los tres hijos de un trabajador de una empresa de transportes, con una invalidez absoluta por una hernia discal, y de una ama de casa se dio cuenta de que el motivo de la alegría de sus progenitores obedecía a que querían que los gobernase 'alguien que les diese voz. Por eso nos inculcó la importancia de la educación pública'. 'Yo le debo mucho a la educación pública. La igualdad es que todos salgamos de la misma línea y a partir de ahí unos llegan antes y otros después a la meta, pero necesitamos salir todos desde el mismo sitio', afirma el presidente de la Diputación de Lugo.
Como casi todo cativo, José Ramón Gómez Besteiro soñó con ser bombero, en la adolescencia se planteó estudiar Periodismo y al final se decantó por el Derecho porque consideró que era una carrera más práctica. Aquella noche electoral del 82 sucumbió a la llamada de la política.
En el instituto se encontró con un profesor llamado Xosé Clemente López Orozco que lo marcó no sólo por la solidez de sus clases, sino también 'porque nunca daba a un alumno por perdido'. 'Es la esencia del socialismo. En época de crisis o salimos todos juntos, algo por lo que luchaba Orozco con los alumnos o sálvese quien, como defiende el PP', comenta el aventajado alumno del actual alcalde de Lugo.
Tras completar los estudios de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, Besteiro montó un despacho de abogados, pero cuando contaba con 31 años, el profesor del instituto lo llamó para formar parte del primer Gobierno progresista del Concello de Lugo tras décadas de mandato popular. Ejerció de portavoz del equipo de gobierno municipal, concejal de Urbanismo y diputado provincial desde 1999 a 2007, año en el que se convirtió en el primer socialista en presidir la Diputación de Lugo. Como en las elecciones del 92 que ganó Felipe González, fue también un hecho histórico porque la plaza parecía propiedad del PP después de todos los años de gobierno de Francisco Cacharro Pardo. Besteiro se siente especialmente orgulloso de que la ciudadanía, con fama de conservadora, haya percibido que 'ahora las puertas de la Diputación están abiertas a todas las personas y todos lo concellos independientemente de su ideología política'. Cuando llegó a la presidencia no había día que no le preguntasen: '¿Qué tal con el BNG?'. 'Al año siguiente ya nadie me lo preguntaba', confiesa. 'Yo soy la muestra palpable de que se puede gobernar con otras sensibilidades políticas sin renunciar a las tuyas propias', añade.
En las pasadas elecciones municipales, el PSdeG consiguió mantener el tipo tanto en la alcaldía como en la Diputación lucense a pesar del varapalo en gran parte de los municipios de Galicia.
Cuando Pachi Vázquez decidió dar un paso atrás y convocar primarias para elegir al secretario general del PSdeG, Gómez Besteiro fue el primero en dar un paso al frente. Y comenzaron a caer las adhesiones a su candidatura de los primeros espadas del PSdeG. Hubo quien le intentó colgar la etiqueta de discípulo del exministro José Blanco, pero el nuevo secretario general del PSdeG no se considera discípulo de nadie.'Soy de un proyecto claro que es el socialista, aunque nunca renunciaré a la amistad con Pepe Blanco, con el que también discrepo en muchos asuntos', afirma.
MANOS LIBRES
Agraciado con una excelente planta y don de gentes, casado y con dos hijos, durante la batalla de las primarias algún alto dirigente del partido llegó a confesar en privado que 'no se puede dirigir el PSdeG sólo con buena presencia y poblado cabello'. Sin embargo, uno de los militantes que apoyaron la candidatura de Manel Vázquez, alcalde de A Illa, se sorprendió durante el encuentro en el que Besteiro explicó su proyecto de futuro en una de las agrupaciones. 'A Besteiro no se le puede minusvalorar. Es un genio haciendo marketing y ha conseguido algo insólito como ganar y conservar la difícil Diputación de Lugo'.
Durante uno de los encuentros en la provincia de Ourense, un militante le soltó: 'En el momento que ganemos a los nuestros, ganamos las elecciones'. Precisamente, el primer gran reto de este político que de rapaz soñó con ser bombero será apagar el incendio entre las familias del PSdG. Por primera vez el secretario general de los socialistas gallegos tiene las manos libres. La militancia ha tenido voz, como le gustaba a su padre.
Como casi todo cativo, José Ramón Gómez Besteiro soñó con ser bombero, en la adolescencia se planteó estudiar Periodismo y al final se decantó por el Derecho porque consideró que era una carrera más práctica. Aquella noche electoral del 82 sucumbió a la llamada de la política.
En el instituto se encontró con un profesor llamado Xosé Clemente López Orozco que lo marcó no sólo por la solidez de sus clases, sino también 'porque nunca daba a un alumno por perdido'. 'Es la esencia del socialismo. En época de crisis o salimos todos juntos, algo por lo que luchaba Orozco con los alumnos o sálvese quien, como defiende el PP', comenta el aventajado alumno del actual alcalde de Lugo.
Tras completar los estudios de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, Besteiro montó un despacho de abogados, pero cuando contaba con 31 años, el profesor del instituto lo llamó para formar parte del primer Gobierno progresista del Concello de Lugo tras décadas de mandato popular. Ejerció de portavoz del equipo de gobierno municipal, concejal de Urbanismo y diputado provincial desde 1999 a 2007, año en el que se convirtió en el primer socialista en presidir la Diputación de Lugo. Como en las elecciones del 92 que ganó Felipe González, fue también un hecho histórico porque la plaza parecía propiedad del PP después de todos los años de gobierno de Francisco Cacharro Pardo. Besteiro se siente especialmente orgulloso de que la ciudadanía, con fama de conservadora, haya percibido que 'ahora las puertas de la Diputación están abiertas a todas las personas y todos lo concellos independientemente de su ideología política'. Cuando llegó a la presidencia no había día que no le preguntasen: '¿Qué tal con el BNG?'. 'Al año siguiente ya nadie me lo preguntaba', confiesa. 'Yo soy la muestra palpable de que se puede gobernar con otras sensibilidades políticas sin renunciar a las tuyas propias', añade.
En las pasadas elecciones municipales, el PSdeG consiguió mantener el tipo tanto en la alcaldía como en la Diputación lucense a pesar del varapalo en gran parte de los municipios de Galicia.
Cuando Pachi Vázquez decidió dar un paso atrás y convocar primarias para elegir al secretario general del PSdeG, Gómez Besteiro fue el primero en dar un paso al frente. Y comenzaron a caer las adhesiones a su candidatura de los primeros espadas del PSdeG. Hubo quien le intentó colgar la etiqueta de discípulo del exministro José Blanco, pero el nuevo secretario general del PSdeG no se considera discípulo de nadie.'Soy de un proyecto claro que es el socialista, aunque nunca renunciaré a la amistad con Pepe Blanco, con el que también discrepo en muchos asuntos', afirma.
MANOS LIBRES
Agraciado con una excelente planta y don de gentes, casado y con dos hijos, durante la batalla de las primarias algún alto dirigente del partido llegó a confesar en privado que 'no se puede dirigir el PSdeG sólo con buena presencia y poblado cabello'. Sin embargo, uno de los militantes que apoyaron la candidatura de Manel Vázquez, alcalde de A Illa, se sorprendió durante el encuentro en el que Besteiro explicó su proyecto de futuro en una de las agrupaciones. 'A Besteiro no se le puede minusvalorar. Es un genio haciendo marketing y ha conseguido algo insólito como ganar y conservar la difícil Diputación de Lugo'.
Durante uno de los encuentros en la provincia de Ourense, un militante le soltó: 'En el momento que ganemos a los nuestros, ganamos las elecciones'. Precisamente, el primer gran reto de este político que de rapaz soñó con ser bombero será apagar el incendio entre las familias del PSdG. Por primera vez el secretario general de los socialistas gallegos tiene las manos libres. La militancia ha tenido voz, como le gustaba a su padre.
