El Tribunal Supremo desestimó el recurso presentado por José Luis Vázquez, el vigués que solicitó a la Xunta que su hijo fuese educado sólo en castellano, petición que fue denegada y que motivó un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXJ) que fue desestimado.
En una sentencia de noviembre de 2007, el TSXG desestimó el recurso contencioso-administrativo que Vázquez interpuso bajo el procedimiento de amparo judicial de las libertades y derechos contra la negativa de Consellería de Educación a que su hijo recibiese las clases de educación primaria exclusivamente en castellano en un colegio de Vigo, según recoge la sentencia.
Esto motivó que Vázquez presentase un recurso de casación ante dicha sentencia, que ahora el Tribunal Supremo declaró inadmisible, así como también indicó que las costas del proceso, que no pueden superar los 600 euros, deben ser impuestas al recurrente.
En dicha sentencia se recoge que la circunstancia de coexistir dos lenguas en la Comunidad Autónoma no sólo autoriza, sino que exige su conjunto tratamiento y exigencia de la gallega en los niveles de estudios no universitarios.
La discriminación se produciría precisamente en el caso de que la Administración autorizase lo pretendido por el recurrente, añadió el Tribunal Supremo.
Vázquez apeló en su recurso a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que señala que los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos, ante lo que el Supremo respondió que tal precepto no autoriza el diseño del currículo educativo de los hijos a conveniencia de los padres.
Además, este órgano judicial matizó que la interpretación que en el recurso se plantea de este artículo conduciría a resultados absurdos, ya que todos podrían así reivindicar una instrucción impartida en cualquier lengua.
El Supremo también indicó que el demandante se limita, en el recurso de casación, a reiterar las argumentaciones que expuso en la demanda censurando la actuación de la Conselleira de Educación, la socialista Laura Sánchez Piñón, cuestión que no cabe replantear en los mismos términos, dejando a un lado los planteamientos de la sentencia del TSXG.
REACCIONES
El portavoz del Grupo Parlamentario del PPdeG, Manuel Ruiz Rivas, rechazó que la sentencia del Tribunal Supremo que niega el derecho a los padres a elegir la lengua en la que escolarizar a sus hijos colisione con la consulta realizada por la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia sobre el idioma en el cual impartir las asignaturas a los niños.
En este sentido, argumentó que lo que hace el Supremo es enjuiciar una ley y, por lo tanto, un derecho, mientras que en la consulta, los padres expresaron una voluntad.
Una contradicción yo diría que no, sentenció en respuesta a si considera que esta sentencia choca con la decisión de la actual Xunta de preguntar a los padres sobre en qué idioma preferían escolarizar a sus hijos y aseguró que el fallo da la razón a las leyes de normalización lingüísticas impulsadas por los gobiernos del PP, en relación a la época de Manuel Fraga.
Además, Ruiz Rivas consideró que va en contra de romper la armonía lingüística, una actitud de la cual culpó al bipartito. Asumo con agrado la sentencia, aseveró.
QUITA LA RAZON
Por su parte, los grupos que conforman la oposición en la Cámara gallega --PSdeG y BNG-consideraron que esta sentencia quita la razón a proceder de la Xunta, al confirmar que los padres no tienen derecho a excluir una lengua de la enseñanza de sus hijos.
¿Tendría yo derecho a que mi hijo saliese sin que nadie le diese clases en castellano?, Yo creo que no, reflexionó el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, quien subrayó que si se lee bien la sentencia, lo que dice es que los padres no tienen derecho a decidir cuál es la lengua vehicular.
Además, su homólogo del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, observó que esta sentencia da la razón a su partido cuando había defendido esta postura en la anterior legislatura, en el debate de la reforma del Estatuto de Autonomía, puso como ejemplo.
Por ello, valoró el fallo del Supremo y recalcó que esa postura constitucional es la base para lograr una realidad equilibrada, inteligente y compensada respecto a la lengua.
PLATAFORMA ANTIGALLEGA
Para el nacionalista Bieito Lobeira, que ofreció una rueda de prensa en la Cámara autonómica, este auto pone por encima de cualquier criterio familiar el derecho a conocer el idioma propio y descarta la postura antigallega que le atribuyó al padre que presentó la denuncia.
Por ello, Lobeira consideró que este fallo debe hacer recapacitar la estrategia suicida del actual Gobierno y elevó la sentencia a una enmienda en la práctica a la postura de la Xunta actual.
En un comunicado, este diputado y su compañera de filas Carme Adán aseguraron que el fallo del Supremo desmonta las mentiras del PP y de los grupos extremistas a los que apoya, como Galicia Bilingüe, sobre la imposición del gallego y subrayaron que reafirma el derecho de los niños a aprender gallego.
El fallo del Alto Tribunal desestimó el recurso interpuesto por el padre de un alumno de un centro privado de Vigo en el que exigía que sus clases fuesen íntegramente en castellano.
Esto motivó que Vázquez presentase un recurso de casación ante dicha sentencia, que ahora el Tribunal Supremo declaró inadmisible, así como también indicó que las costas del proceso, que no pueden superar los 600 euros, deben ser impuestas al recurrente.
En dicha sentencia se recoge que la circunstancia de coexistir dos lenguas en la Comunidad Autónoma no sólo autoriza, sino que exige su conjunto tratamiento y exigencia de la gallega en los niveles de estudios no universitarios.
La discriminación se produciría precisamente en el caso de que la Administración autorizase lo pretendido por el recurrente, añadió el Tribunal Supremo.
Vázquez apeló en su recurso a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que señala que los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos, ante lo que el Supremo respondió que tal precepto no autoriza el diseño del currículo educativo de los hijos a conveniencia de los padres.
Además, este órgano judicial matizó que la interpretación que en el recurso se plantea de este artículo conduciría a resultados absurdos, ya que todos podrían así reivindicar una instrucción impartida en cualquier lengua.
El Supremo también indicó que el demandante se limita, en el recurso de casación, a reiterar las argumentaciones que expuso en la demanda censurando la actuación de la Conselleira de Educación, la socialista Laura Sánchez Piñón, cuestión que no cabe replantear en los mismos términos, dejando a un lado los planteamientos de la sentencia del TSXG.
REACCIONES
El portavoz del Grupo Parlamentario del PPdeG, Manuel Ruiz Rivas, rechazó que la sentencia del Tribunal Supremo que niega el derecho a los padres a elegir la lengua en la que escolarizar a sus hijos colisione con la consulta realizada por la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia sobre el idioma en el cual impartir las asignaturas a los niños.
En este sentido, argumentó que lo que hace el Supremo es enjuiciar una ley y, por lo tanto, un derecho, mientras que en la consulta, los padres expresaron una voluntad.
Una contradicción yo diría que no, sentenció en respuesta a si considera que esta sentencia choca con la decisión de la actual Xunta de preguntar a los padres sobre en qué idioma preferían escolarizar a sus hijos y aseguró que el fallo da la razón a las leyes de normalización lingüísticas impulsadas por los gobiernos del PP, en relación a la época de Manuel Fraga.
Además, Ruiz Rivas consideró que va en contra de romper la armonía lingüística, una actitud de la cual culpó al bipartito. Asumo con agrado la sentencia, aseveró.
QUITA LA RAZON
Por su parte, los grupos que conforman la oposición en la Cámara gallega --PSdeG y BNG-consideraron que esta sentencia quita la razón a proceder de la Xunta, al confirmar que los padres no tienen derecho a excluir una lengua de la enseñanza de sus hijos.
¿Tendría yo derecho a que mi hijo saliese sin que nadie le diese clases en castellano?, Yo creo que no, reflexionó el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, quien subrayó que si se lee bien la sentencia, lo que dice es que los padres no tienen derecho a decidir cuál es la lengua vehicular.
Además, su homólogo del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, observó que esta sentencia da la razón a su partido cuando había defendido esta postura en la anterior legislatura, en el debate de la reforma del Estatuto de Autonomía, puso como ejemplo.
Por ello, valoró el fallo del Supremo y recalcó que esa postura constitucional es la base para lograr una realidad equilibrada, inteligente y compensada respecto a la lengua.
PLATAFORMA ANTIGALLEGA
Para el nacionalista Bieito Lobeira, que ofreció una rueda de prensa en la Cámara autonómica, este auto pone por encima de cualquier criterio familiar el derecho a conocer el idioma propio y descarta la postura antigallega que le atribuyó al padre que presentó la denuncia.
Por ello, Lobeira consideró que este fallo debe hacer recapacitar la estrategia suicida del actual Gobierno y elevó la sentencia a una enmienda en la práctica a la postura de la Xunta actual.
En un comunicado, este diputado y su compañera de filas Carme Adán aseguraron que el fallo del Supremo desmonta las mentiras del PP y de los grupos extremistas a los que apoya, como Galicia Bilingüe, sobre la imposición del gallego y subrayaron que reafirma el derecho de los niños a aprender gallego.
El fallo del Alto Tribunal desestimó el recurso interpuesto por el padre de un alumno de un centro privado de Vigo en el que exigía que sus clases fuesen íntegramente en castellano.