Atiende la orden de Sanidade, mientras la ciudad vive el "Arde Lucus"
Trabajadores de la empresa pública Tragsa comenzaron en la tarde de ayer a recoger la basura acumulada en las calles de Lugo escoltados por una veintena de efectivos de la Policía Local y Nacional, y dos coches antidisturbios, al ser increpados por una treintena de trabajadores de Urbaser, la empresa concesionaria del servicio. Los empleados de Tragsa limpiaron los tres puntos decretados por la Consellería de Sanidad.
El secretario del comité de empresa de Urbaser, Julio Palacio, afirmó que esos puntos señalados por la consellería "no corren peligro" alguno, pero que respetan el informe y sus conclusiones. Por ello, explicó que en la mañana de ayer se ofrecieron al Ayuntamiento de Lugo a recoger la basura en estas tres localizaciones, además de los servicios esenciales -guarderías y hospitales-, pero aseguró que el consistorio "no respondió" a este propuesta.
Por su parte, un portavoz de Urbaser dijo que esta oferta es un "postureo" más en la "ceremonia de confusión" que vienen oficiando durante la última semana los trabajadores, ya que si hubiesen querido recoger los residuos, lo habrían hecho. "Es un juego de palabras continuo y permanente", sentenció.
Paralelamente, patricios, gladiadores, celtas, romanos y castrexos celebran el Arde Lucus en una ciudad que este fin de semana retrocedió en la máquina del tiempo más de dos mil años, pero cuya normalidad la mantiene inmersa en una realidad "actual", la huelga de basura que dura ya cinco días. Miles de personas conviven este fin de semana por las calles de la ciudad, con romanos y castrenses, para evocar la fundación de la urbe en el año 12 antes de Cristo, la única en el mundo con una muralla romana conservada íntegramente y que se puede recorrer.
