CONGRESO SOCIALISTA

Unidad con ligero gatillazo

2017-10-28-PHOTO-00016363
photo_camera Gonzalo Caballero en el centro de la imagen.

Abel Caballero, Carmela Silva, Pachi Vázquez, Gómez Besteiro o López Orozco no asistieron a la proclamación del nuevo secretario xeral de los socialistas gallegos en la que obvió los últimos ocho años del partido. 

Las primarias han contribuido a enfriar algo las apasionadas noches de cuchillos y pasillos en los congresos de los socialistas gallegos para hacerse con un sitio en los órganos de dirección a cambio de respaldar al aspirante a ocupar la secretaría general. Sin opciones para la sorpresa, Gonzalo Caballero fue proclamado ayer nuevo líder del PSdeG tras año y medio de interinidad de la gestora presidida por Pilar Cancela, pero negociaba hasta última hora la integración del equipo de Xoaquín Fernández Leiceaga mientras el de Juan Manuel Díaz Villoslada, en el que se encuentra la diputada ourensana Noela Blanco, parecía quedar al margen de los puestos de relumbrón. 

Gonzalo Caballero contó con el respaldo de los expresidentes de la Xunta Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño en el día que se cumplían 35 años de la primera mayoría absoluta de Felipe González, como recordó el primer socialista que llegó a San Caetano. El pasado echaba una mano al presente para intentar conquistar un  futuro "en el que la unidad será fundamental en la nueva etapa". 

Unidad recomendó Touriño, como antes había hecho Laxe y el propio Gonzalo Caballero en sus parlamentos, pero en el Palacio de Congresos de Santiago comenzó el recuento de las ausencias para constatar si el deseo podía acabar en un ligero gatillazo. "¿Has visto a Abel Caballero?", preguntó un veterano fotógrafo durante un repaso apresurado a la sala. Pero el alcalde de Vigo no acudió a la entronización de su sobrino, aunque sí estaban gente de su confianza como Abel Losada, David Regades, Manuel Gallego o Ángel Rivas. Tampoco asistió Carmela Silva, presidenta de la Diputación de Pontevedra, aunque sí lo hicieron Valentín González Formoso y Darío Campos, presidentes de las instituciones provinciales de A Coruña y Pontevedra.  

"A mí lo que más me gusta es que por lo menos no están las mismas caras de siempre. A muchos ni los conozco", comentó una delegada de A Coruña en un corrillo a la entrada momentos antes de que pasase a su lado el eurodiputado José Blanco. "Lo mío es puntería", corrigió de inmediato. En el congreso de la unidad sobresalieron las ausencias de los dos últimos secretarios generales, José Ramón Gómez Besteiro y Pachi Vázquez, y de López Orozco, expresidente de honor.

En los discursos hubo muchas menciones al tripartito y al bipartito y ni una sola a los últimos ocho años de partido. Incluso Dolores Villarino, la primera mujer que presidió el Parlamento de Galicia, atribuyó las primarias a Pedro Sánchez, olvidándose de que Pachi Vázquez tuvo que partirse la cara con Pérez Rubalcaba para que Madrid las permitiese celebrar en Galicia. Este resbalón no se le escapó a destacados socialistas ourensanos como María Quintas, Raúl Fernández o Laura Seara. También  "Dolores Villarino tiene mucha facilidad para reescribir la historia", señaló un delegado de Pontevedra. El futuro será con caras nuevas pero con viejas costumbres. 

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