El conselleiro de Medio Ambiente en funciones y líder del PSdeG en Ourense, Manuel Vázquez, acusó al BNG de 'pretender imponer su ideología' a la 'mayoría' de los gallegos, aunque apostó por mantener los pactos municipales como 'alternativa' al PP en Galicia.
El dirigente socialista consideró 'positiva' la propuesta del ex portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, de 'establecer un nuevo marco de relaciones' entre socialistas y nacionalistas.
'El día que pase la tormenta veremos que todos tenemos culpa, quien cometió el error y quien lo permitió', explicó, y consideró que la gente 'no entendió' lo que se hizo desde el Gobierno gallego.
'La fórmula será sentarse y escucharnos, porque lo que podamos sentir en el BNG o en el PSOE no podemos aplicarlo en políticas horizontales sin buscar el consenso', reflexionó.
Así, aunque el ourensano admitió que ciertas 'experiencias de gobierno' con el BNG 'salieron bien', defendió que se deben tratar de 'corregir' los 'errores' cometidos 'hasta ahora'.
Cambio 'radical'
Por otra parte, el socialista que ha comenzado una campaña para recabar apoyos con el fin de suceder a Emilio Pérez Touriño en la Secretaría Xeral del PSdeG tras su dimisión debido a los adversos resultados electorales aboga por 'un cambio radical' en el partido.
'Se acabó el tiempo de los proyectos personalistas mientras yo tome el testigo', sentenció, y explicó que pretende construir un partido 'más pegado a la calle' y 'sin visiones faraónicas' alejadas de los ciudadanos.
Asegura que su equipo aunará la experiencia de la actual directiva con gente joven que aporte nuevas ideas al proyecto socialista. 'En el PSOE somos todos gente normal, no hace falta que venga alguien con una visión faraónica, sino alguien que sepa los problemas que hay para conseguir un crédito, los problemas de la vida, corren tiempos para vivir muy pegados al terreno', observó.
Además, entendió que la sociedad espera 'cambios' por parte de los políticos y se mostró partidario de acudir al 'inmenso vivero de hombres y mujeres' con el fin de que se 'incorpore a la dirección' gente con 'pensamiento joven y fresco'. 'Somos necesarios todos', insistió.
'El día que pase la tormenta veremos que todos tenemos culpa, quien cometió el error y quien lo permitió', explicó, y consideró que la gente 'no entendió' lo que se hizo desde el Gobierno gallego.
'La fórmula será sentarse y escucharnos, porque lo que podamos sentir en el BNG o en el PSOE no podemos aplicarlo en políticas horizontales sin buscar el consenso', reflexionó.
Así, aunque el ourensano admitió que ciertas 'experiencias de gobierno' con el BNG 'salieron bien', defendió que se deben tratar de 'corregir' los 'errores' cometidos 'hasta ahora'.
Cambio 'radical'
Por otra parte, el socialista que ha comenzado una campaña para recabar apoyos con el fin de suceder a Emilio Pérez Touriño en la Secretaría Xeral del PSdeG tras su dimisión debido a los adversos resultados electorales aboga por 'un cambio radical' en el partido.
'Se acabó el tiempo de los proyectos personalistas mientras yo tome el testigo', sentenció, y explicó que pretende construir un partido 'más pegado a la calle' y 'sin visiones faraónicas' alejadas de los ciudadanos.
Asegura que su equipo aunará la experiencia de la actual directiva con gente joven que aporte nuevas ideas al proyecto socialista. 'En el PSOE somos todos gente normal, no hace falta que venga alguien con una visión faraónica, sino alguien que sepa los problemas que hay para conseguir un crédito, los problemas de la vida, corren tiempos para vivir muy pegados al terreno', observó.
Además, entendió que la sociedad espera 'cambios' por parte de los políticos y se mostró partidario de acudir al 'inmenso vivero de hombres y mujeres' con el fin de que se 'incorpore a la dirección' gente con 'pensamiento joven y fresco'. 'Somos necesarios todos', insistió.
