El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se comprometió a presentar en un plazo de entre una semana y diez días un plan de reconstrucción y reactivación de la actividad de la empresa de redes J.J. Chicolino de Boiro, que quedó reducida a escombros después de que el pasado miércoles se originara un incendio que acabó con todas las instalaciones, y a poner todas las ayudas a disposición del empresario.
Tras una visita al polígono de Vilariño, junto con la directiva de la fábrica y varios trabajadores, Feijóo señaló que las consellerías de Traballo y de Economía e Industria, en colaboración con el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), trabajarán conjuntamente para buscar distintas ayudas que permitan la reactivación de la actividad y la reconstrucción de la nave. Se trata, dijo, de solidarizarse con una empresa puntera en Galicia, en el España y en todo el mundo.
En este sentido, detalló que las prestaciones estarán relacionadas con la investigación y el desarrollo, la refinanciación de créditos y relativas a los avales y a los ingresos. En su opinión, una forma de implicarse con una empresa y con una comarca, muy presente en la pesca y, concretamente, en el sector mejillonero.
Las desgracias a veces no se pueden evitar, indicó, motivo por el que animó al propietario de la cordelería a empezar de nuevo .
Chicolino es una muestra de lo que es un emprendedor gallego, que hizo una empresa y que ahora va a empezar a construir otra, manifestó.
Feijóo también quiso responder a las voces que apuntaban a un retraso en la intervención de los medios aéreos de la Xunta alabando la profesionalidad de los pilotos, de quienes dijo, estuvieron trabajando al límite de las garantías de seguridad.
Además, el presidente autonómico extendió sus agradecimientos a Consorcio de Bomberos de Galicia, a la coordinación entre la Diputación de A Coruña y la Xunta y al gobierno local, especialmente al alcalde de Boiro, Xosé Deira, que desde un principio se puso a disposición de Chicolino.
Así, también recordó que lo que tenemos son profundas pérdidas y, en este sentido, animó a recuperarlas para equilibrar la contraexplotación de la empresa y, posteriormente, volver a generar beneficios y actividad.
VISITA RECONFORTANTE
Por su parte, el propietario de la cordelería J. J. Chicolino, Juan José Fajardo, emocionado por las muestras de apoyo recibidas desde que se declaró el incendio, calificó la visita de Feijóo como reconfortante y de ánimo y se mostró dispuesto a afrontar todo con entereza.
Fajardo, que estuvo arropado por su familia y por la plantilla de trabajadores, lamentó lo ocurrido pero declaró que, a pesar de las pérdidas, no va a despedir a nadie sino que su pasión por el mundo de las redes le va a ayudar para continuar con el negocio e, incluso, a aumentar la plantilla cuando la situación de estabilice.
Son treinta años de mi vida los que se fueron muy rápido, pero este negocio es todo para mí y me moriré siendo empresario, expresó y puntualizó que si le salen mal las cosas no es porque no le ponga ganas y empuje.
Al igual que Feijóo, Fajardo agradeció el esfuerzo y la implicación de todos los equipos de emergencias y reconoció todas las muestras de cariño recibidas en los últimos días. Me llamaron clientes para ofrecerme dinero y proveedores me ofrecieron maquinaria sin fecha de pago, reveló.
Finalmente, y entre aplausos, indicó que lo más bonito, dentro de las perdidas, es que no hubo que lamentar ninguna desgracia --refiriéndose a pérdidas humanas-porque eso sí que me amargaría la vida.
En este sentido, detalló que las prestaciones estarán relacionadas con la investigación y el desarrollo, la refinanciación de créditos y relativas a los avales y a los ingresos. En su opinión, una forma de implicarse con una empresa y con una comarca, muy presente en la pesca y, concretamente, en el sector mejillonero.
Las desgracias a veces no se pueden evitar, indicó, motivo por el que animó al propietario de la cordelería a empezar de nuevo .
Chicolino es una muestra de lo que es un emprendedor gallego, que hizo una empresa y que ahora va a empezar a construir otra, manifestó.
Feijóo también quiso responder a las voces que apuntaban a un retraso en la intervención de los medios aéreos de la Xunta alabando la profesionalidad de los pilotos, de quienes dijo, estuvieron trabajando al límite de las garantías de seguridad.
Además, el presidente autonómico extendió sus agradecimientos a Consorcio de Bomberos de Galicia, a la coordinación entre la Diputación de A Coruña y la Xunta y al gobierno local, especialmente al alcalde de Boiro, Xosé Deira, que desde un principio se puso a disposición de Chicolino.
Así, también recordó que lo que tenemos son profundas pérdidas y, en este sentido, animó a recuperarlas para equilibrar la contraexplotación de la empresa y, posteriormente, volver a generar beneficios y actividad.
VISITA RECONFORTANTE
Por su parte, el propietario de la cordelería J. J. Chicolino, Juan José Fajardo, emocionado por las muestras de apoyo recibidas desde que se declaró el incendio, calificó la visita de Feijóo como reconfortante y de ánimo y se mostró dispuesto a afrontar todo con entereza.
Fajardo, que estuvo arropado por su familia y por la plantilla de trabajadores, lamentó lo ocurrido pero declaró que, a pesar de las pérdidas, no va a despedir a nadie sino que su pasión por el mundo de las redes le va a ayudar para continuar con el negocio e, incluso, a aumentar la plantilla cuando la situación de estabilice.
Son treinta años de mi vida los que se fueron muy rápido, pero este negocio es todo para mí y me moriré siendo empresario, expresó y puntualizó que si le salen mal las cosas no es porque no le ponga ganas y empuje.
Al igual que Feijóo, Fajardo agradeció el esfuerzo y la implicación de todos los equipos de emergencias y reconoció todas las muestras de cariño recibidas en los últimos días. Me llamaron clientes para ofrecerme dinero y proveedores me ofrecieron maquinaria sin fecha de pago, reveló.
Finalmente, y entre aplausos, indicó que lo más bonito, dentro de las perdidas, es que no hubo que lamentar ninguna desgracia --refiriéndose a pérdidas humanas-porque eso sí que me amargaría la vida.