La normativa condicionará la concesión de suelo residencial a los concellos al aumento de población

La Xunta recupera el plan para evitar la diáspora urbanística

Con quince años de retraso llegan las Directrices de Ordenación do Territorio (DOT), con las que la Xunta marcará todos los desarrollos urbanísticos futuros y la construcción de infraestructuras, no sólo viarias sino también de saneamiento y servicios, así como la implantación de usos y actividades.
Con esa planificación, las DOT, que ayer aprobó el consello de gobierno, pretenden frenar la elevada dispersión poblacional de Galicia (con 30.000 entidades de población, la mitad del total de España), poniendo coto a la progresiva y desordenada ocupación del territorio, que ha dado lugar a lo que Núñez Feijóo describió como 'unha Galicia difusa'.

Bajo la nueva perspectiva, los ayuntamientos sólo podrán incrementar su suelo residencial si registran un aumento de población, una circunstancia que en los últimos cinco años sólo han vivido 37 municipios, entre los que apenas se incluyen los de pequeño y mediano tamaño. Con ese condicionante la principal vía de desarrollo será la rehabilitación de espacios degradados en el interior de los núcleos.

Las directrices, que entrarán en vigor una vez que reciban las aportaciones de los grupos políticos del Parlamento, fijan criterios para la elaboración de planes urbanísticos, lo que 'dará maior seguridade xurídica aos concellos', porque no tendrán que contar con los diferentes y abundantes informes del resto de las administraciones, según destacó el presidente de la Xunta en la presentación del documento, acompañado del conselleiro de infraestructuras, Agustín Hernández. Además de obligaciones la DOT plantean recomendaciones, como la dirigida 'de forma explícita' a los ayuntamientos para que se asocien y mejorar así la prestación de servicios, una iniciativa que debe partir de los propios concellos.


OURENSE, ÁREA URBANA

Siguiendo la pauta de la Unión Europea, las directrices estructuran el territorio gallego en torno a las ciudades, en las que se concentra el 62% de la población. Delimitan dos regiones urbanas (Vigo-Pontevedra y A Coruña-Ferrol), por la intensa vinculación de sus espacios metropolitanos, y siete áreas urbanas, las configuradas en torno a las grandes ciudades. También define sistemas urbanos intermedios (villas de 7.000 a 20.000 habitantes) y el resto de núcleos municipales.En Ourense el documento recoge las infraestructuras vertebradoras, como el de conexión don Lubián.

Las directrices, que para Núñez Feijóo son 'un dos proxectos máis importantes da lexislatura e para as próximas décadas', culminan una larga tramitación, iniciada en 1995, después de haber pasado por proyectos, que no fructificaron, de los gobiernos de Manuel Fraga y de Pérez Touriño. El hoy presidente de la Xunta lamentó la falta de decisión para haberlo aprobado cuando él era el conselleiro responsable con Fraga, en 2004.

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