Los casos ‘más preocupantes’ de fauna invasora son el cangrejo americano, el visón y la tortuga de Florida

La Xunta restringirá la posesión y el tráfico de especies exóticas que supongan riesgos para la biodiversidad

La Xunta prevé realizar un catálogo de especies exóticas invasoras, tanto de fauna como de flora, con el objetivo de restringir su posesión, transporte, tráfico y comercio, puesto que, en numerosos casos, estos ejemplares provocan daños en los hábitats naturales de la comunidad y repercuten negativamente en actividades económicas como la agricultura o la pesca.
Esta medida que aplicará Galicia, prevista en la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad de 2007, viene precedida de otras iniciativas similares puestas en marcha en otros territorios, como es el caso del decreto recientemente aprobado en Andalucía en el que, además de animales exóticos, se fijan prohibiciones para aquellos potencialmente peligrosos.

El jefe de servicio de Biodiversidade de la Consellería de Medio Ambiente, Jesús Santamarina, explicó que la legislación española en la materia incluye la creación de un catálogo de ámbito nacional que dará lugar a restricciones en cuanto a este tipo de especies, pero también faculta a las comunidades autónomas para hacer sus propios inventarios. Así, aseguró que el documento gallego será ‘clarificador’ en cuanto a los ejemplares que se verán afectados, con el objetivo de eliminar posibles ‘lagunas’ que contengan las normativas.

El departamento de Medio Ambiente tiene prácticamente terminado un ‘diagnóstico preliminar’ sobre la afección de estas especies, que permitirá inventariar los casos más ‘preocupantes’ y diseñar un plan de actuaciones encaminadas a ‘mitigar’ los daños que en algunos casos ya se están produciendo y que, de no tomar medidas, pueden dar lugar a la pérdida de algunos ecosistemas.

Entre las especies de fauna foránea con mayor implantación se encuentra el cangrejo rojo americano. Este ha sido introducido por el hombre en los cauces fluviales y actualmente tiene una gran presencia en los ríos Mero, Xallas, Miño y Limia, donde está desplazando a la especie autóctona.

Otros ejemplares que causan importantes daños en los ecosistemas naturales y que se hayan diseminados por zonas húmedas de toda la geografía gallega son los visones americanos, cuyas poblaciones se han forjado a consecuencia de las sueltas, intencionadas o fortuitas, de las granjas de cría.

MASCOTAS.

Además, el abandono de mascotas exóticas compradas en tiendas, fruto del tráfico ilegal o recogidas en viajes a zonas tropicales también da lugar a que, en algunos casos, se formen poblaciones que se logran adaptar a los entornos naturales gallegos.

Es el caso del galápago de Florida, la tortuga que se suele comprar para los acuarios domésticos, que está generando problemas en la zona de As Gándaras de Budiño, en la localidad pontevedresa de O Porriño, puesto que es muy agresiva con la tortuga autóctona. También van en aumento los casos de aves exóticas y, de hecho, en Samil, la zona de playas de Vigo, se tiene conocimiento de la existencia de un foco muy localizado de las denominadas cotorras de Kramer.

PREVENCION.

El jefe de Biodiversidade explicó que una vez que una especie invasora se implanta en una zona ‘es inviable llegar a erradicarla, a no ser que se trate de un área muy localizada, como, por ejemplo, en una isla’. Por ello, el diagnóstico de la situación que realiza Medio Ambiente también identifica las vías de entrada de las diferentes especies, con la finalidad de diseñar medidas de prevención.

Entre los principales cauces de penetración, aludió a la transferencia mediante las aguas de lastre de los buques o en el tráfico de mercancías en contenedores, donde se cuelan junto a los artículos que se transportan. Aún así, la forma más habitual es el comercio, tanto de animales exóticos como de flora procedente de otros países. En este último caso, plantas utilizadas en jardinería y con fines ornamentales, como son la uña de gato y la hierba de la Pampa, también están causando importantes daños.

Así, Santamarina incidió en la necesidad de reforzar las medidas de control para evitar la introducción fortuita de estos seres vivos, así como profundizar en acciones de ‘sensibilización’ para concienciar al sector del comercio de animales y plantas de lo peligrosos que pueden ser estos ejemplares, ya que las especies invasoras son la segunda mayor amenaza para la biodiversidad autóctona.

En este sentido, además de incluir en el plan de acción una serie de medidas orientadas a estos aspectos, también se fomentará a la participación activa de la sociedad, con la puesta en marcha de un ‘portal de alertas’, una página web en la que se podrán señalar las ubicaciones geográficas de avistamientos de este tipo de animales.

ECOLOGISTAS Y CONSERVADORES.

Expertos en conservación de animales y colectivos ecologistas ven con buenos ojos la puesta en marcha de las medidas de prevención así como la prohibición del comercio de especies invasoras, una vez se cuente con una evaluación definitiva de su potencial de peligrosidad para el medio natural.

Sin embargo, el secretario ejecutivo de la Asociación Para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega), Fins Eirexas, pidió que los estudios ‘cuantifiquen’ el grado de penetración de las especies y que se extreme la prevención ante aquéllas que generan problemas en zonas geográficas próximas y que ‘tarde o temprano acabarán llegando’, como, según aseguró, ocurrirá con el mejillón cebra, que está provocando importantes pérdidas económicas en el norte español.

Asimismo, consideró necesario la realización de labores de ‘contención’ para el caso del visón mediante la declaración de sus granjas como ‘espacios de peligro biológico’, donde se endurezca el control para evitar fugas.

Por su parte, la conservadora del zoológico de Vigo, Carolina González, apeló a la ‘responsabilidad’ los propietarios de animales ya que estos ‘no son un juguete’. Así, explicó que las instalaciones del único zoológico gallego ‘están saturadas’ y no pueden acoger a las mascotas exóticas abandonadas que les llegan y que, debido a que fueron tratadas como animales domésticos, ‘tampoco se pueden devolver a su medio natural’.

Sin embargo, puntualizó que ‘al principio se recogían, sobre todo, tortugas’ e incluso se recibió alguna pitón. También destacó el caso de una pantera negra procedente de Kabul (Afganistán), fruto de un decomiso efectuado por el Seprona en una vivienda particular en el sur de España y que ha sido cedida al centro vigués para su cuidado.

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