Jennifer Aniston, la popular Rachel de la serie Friends, pasó ayer por Madrid para presentar Sígueme el rollo, su nueva comedia romántica, de la que aseguró que, como la mayoría de proyectos en los que participa, le hizo sentir ilusionada y animada como al inicio de su carrera.
Aunque en un principio se hace la sorprendida cuando le preguntan si le pesa la corona de reina de la comedia -no sé si es cierto que me etiqueten así, dice-, en seguida reconduce la pregunta para afirmar que si tiene que llevar una corona, se pondría ésa con mucho orgullo. Junto a sus compañeros de rodaje, el humorista Adam Sandler y la modelo Brooklyn Decker, Aniston protagonizó una rueda de prensa en la que los entrevistados, siguiendo la estela de la película que presentaban, optaron más por el humor que por las respuestas serias. No envidio ninguno de los papeles de los actores candidatos a los Oscars, afirmó contundente Aniston, quien un momento antes bromeaba diciendo que le habría encantado interpretar al rey de El discurso del Rey porque habría sido un auténtico reto. En Sígueme el rollo, Aniston da vida a Katherine, una mujer con dos hijos que no volvió a encontrar el amor tras su divorcio y trabaja como ayudante de un cirujano plástico que finge ser un hombre infelizmente casado para conquistar a chicas jóvenes.
