Jessica Alba ha posado para la portada del número de diciembre de la revista Elle, en el que ha desvelado cómo concilia su vida familiar y profesional. La actriz tuvo que introducir cambios drásticos en su manera de ver la vida cuando se quedó embarazada, y ahora reconoce que sólo se compromete con aquellos proyectos que verdaderamente 'merezcan' que pase menos tiempo con su hija.
La joven es madre de la pequeña Honor Marie, nacida de su matrimonio con Cash Warren, y en estos momentos la niña es el centro de la vida de ambos. Pero a Jessica no le importa haber dejado un poco aparcada su carrera profesional por la maternidad, pues 'llevaba trabajando sin parar desde los 12 años' y el embarazo le sirvió para plantearse una nueva vida.
Según ha explicado a la revista Elle, las películas en las que se embarque ahora deben ser ofertas lo bastante llamativas como para alejarse de su hija. 'Tienen que merecer el tiempo que pierdo con mi niña, así que les dije a mis agentes: 'La clave está en los directores'', afirma Jessica.
Mientras que los directores garanticen un proyecto interesante, todo lo demás no importa. Los años de duro trabajo han conseguido hacer de ella una buena profesional, y confía en sí misma para sacar adelante sus proyectos. 'Los buenos actores no siguen el guión, a no ser que esté fantásticamente escrito. Dicen lo que quieran decir', sostiene.
Tal es la confianza que ha ganado en sí misma, que ya ni siquiera le afectan las malas críticas que -al igual que las buenas- le llueven diariamente. Pero no siempre ha sido así: 'Desde joven he tenido miedo a las críticas, pero ahora no tengo problema con ello. Es una oportunidad de dar un enfoque diferente a las cosas'.
Ni siquiera siente la necesidad de ponerse en el centro de todas las miradas. Dado que prefiere centrarse en su familia, no le importa interpretar papeles menores y dejar que otros tomen el relevo de los principales. 'Ahora prefiero no ser protagonista, es un enfoque diferente, mucho mejor', sentencia Jessica.
