Hace 25 años... Semana santa 'de perros'
Hace 50 años... Una calle corta y muy aburrida
Hace 75 años... El gobierno vasco se instala en Francia
Don Eduardo Barreiros es una de las personalidades más vigorosas que Orense ha producido en lo que va de siglo. No hace falta demostrar esta afirmación, porque todos le conocemos, así como a sus hermanos, y sabemos la forma cómo ha logrado convertir sus legítimas aspiraciones en una grandiosa empresa industrial que constituye hoy motivo de orgullo para todos nosotros y ejemplo de lo que pueden la inteligencia y la voluntad unidas para alcanzar la meta que se propone.
¿Desde cuándo reside en Madrid?
Desde 1951. En esa fecha tomamos de alquiler unos talleres en la Carretera de Andalucía, que darían lugar más tarde a una de las fábricas actuales, la denominada Galicia Industrial, S.A., donde trabajan 800 obreros.
¿Qué le decidió a venir a la capital de España?
La confianza que teníamos en que Madrid se transformaría en una zona industrial por su emplazamiento estratégico en el centro de la Península.
¿Se cumplieron los propósitos que traía en su totalidad?
Pues, sinceramente, se cumplieron en su totalidad.
¿Fue fácil o difícil su adaptación?
Los gallegos somos una paradoja: nos adaptamos mejor que nadie a un medio distinto del que nos rodeó al nacer, pero añoramos más que nadie también nuestra tierra. Esto hace que la llevemos dentro de nosotros y hallemos entonces fácil caminar por los diferentes caminos del mundo.
¿Le gusta vivir en Madrid?
Mucho. Madrid, además de ser la capital de España, cuando lo deseamos se hace Galicia y de Galicia, para mí, Orense, y es que Madrid tiene, de cada rincón de la patria, su mejor eco.
¿Orense, desde aquí, qué es?
Orense, desde aquí, para un hombre que ha nacido en Orense, que sigue vinculado a Orense por lazos muy firmes, es algo muy entrañable, desde Madrid y desde cualquier parte.
Ser orensano, ¿supone algo para usted?
Supone tener contraídos graves compromisos: los que imponen nuestra condición de hombres de trabajo y amantes de nuestro país, al que hemos de servir sin descanso y enteramente.
¿Qué recuerdos de allá conserva más vivo?
La niñez, los primeros afanes, los primeros fracasos, las primeras reacciones ante estos En fin, cuanto nos espolea para la consecución del éxito. Junto a todo eso, lo que nos conmueve: el hogar, el amor y la legítima ambición.
¿Qué contactos directos mantiene con su pueblo?
Una o dos veces al año hago una escapada a Orense, aunque sea para permanecer 24 horas.
¿Qué le gustaría decir a los que viven allá, sin haber intentado la aventura del desplazamiento?
Estar en Madrid, capital de España, no es estar ausente de lo nuestro. No creo que se pueda hablar exactamente de nostalgia. Ausencia y nostalgia la padecen muchos paisanos nuestros, pero, o porque tienen la mar por en medio, o porque existe algún fuerte contraste sicológico. Dentro de nuestro país, la única nostalgia posible para el orensano es la de nuestro paisaje gallego. Este sí: no sólo se hace posible aquí mismo, pero ¿qué gallego no lo lleva metido en el corazón?
¿Le gusta que Orense siga convirtiéndose en una gran ciudad o hubiera preferido aquella de antaño?
Me gusta que Orense se convierta en una gran ciudad, es perfectamente compatible con la conservación de sus viejos encantos.
¿Cuál cree usted que es el problema orensano de más importancia y el de mayor urgencia?
Su desarrollo. Su industrialización, su incorporación al ritmo moderno, en el campo y en la ciudad.
¿Qué arrinconaría o destruiría de Orense, y qué salvaría a toda costa?
Destruiría la miseria, lo viejo inservible y lo inú-til. Salvaría, a toda costa, los valores humanos; y este espíritu regional y emprendedor y soñador también de los orensanos. (1963)
-Más de cien perros son abandonados en la ciudad de Orense durante estas vacaciones de Semana de Santa, algo que se repite todos los años en estas fechas y durante el verano, desbordándose la capacidad de la perrera municipal.
-(1) Orensanos en Madrid.
-Don Camilo Gómez habla de la calle Cardenal Quevedo, donde está establecido desde hace diez años como comerciante. Se queja de que para el comercio la calle es muy mala, a pesar de ser muy concurrida por la gente que entra desde la carretera de Monforte, pero la mayoría no para. No se queja del pavimento ni del alumbrado, y cita como principal problema la consecuente escasez de vecinos: No hay gente, no hay movimiento, la calle es corta, y uno se aburre detrás del mostrador.
-Las tropas de Franco, a kilómetro y medio de Lérida. Trescientos combatientes extranjeros, la mayoría ingleses, se rinden.
-Miles de personas, incluidos soldados, intentan cruzar la frontera con Francia por Cataluña y Aragón. Entre ellos la Brigada 43 que al estar rodeada no tiene otra alternativa que o bien entregarse o bien pasar a territorio francés.
-Se encuentra en Orense el doctor Campos, director del Instituto Antimorreidal de Madrid. Consulta en el Hotel Barcelona de 11 a 1, hasta el 15 de este mes. Cura sin cirugía ni guardar cama
¿Desde cuándo reside en Madrid?
Desde 1951. En esa fecha tomamos de alquiler unos talleres en la Carretera de Andalucía, que darían lugar más tarde a una de las fábricas actuales, la denominada Galicia Industrial, S.A., donde trabajan 800 obreros.
¿Qué le decidió a venir a la capital de España?
La confianza que teníamos en que Madrid se transformaría en una zona industrial por su emplazamiento estratégico en el centro de la Península.
¿Se cumplieron los propósitos que traía en su totalidad?
Pues, sinceramente, se cumplieron en su totalidad.
¿Fue fácil o difícil su adaptación?
Los gallegos somos una paradoja: nos adaptamos mejor que nadie a un medio distinto del que nos rodeó al nacer, pero añoramos más que nadie también nuestra tierra. Esto hace que la llevemos dentro de nosotros y hallemos entonces fácil caminar por los diferentes caminos del mundo.
¿Le gusta vivir en Madrid?
Mucho. Madrid, además de ser la capital de España, cuando lo deseamos se hace Galicia y de Galicia, para mí, Orense, y es que Madrid tiene, de cada rincón de la patria, su mejor eco.
¿Orense, desde aquí, qué es?
Orense, desde aquí, para un hombre que ha nacido en Orense, que sigue vinculado a Orense por lazos muy firmes, es algo muy entrañable, desde Madrid y desde cualquier parte.
Ser orensano, ¿supone algo para usted?
Supone tener contraídos graves compromisos: los que imponen nuestra condición de hombres de trabajo y amantes de nuestro país, al que hemos de servir sin descanso y enteramente.
¿Qué recuerdos de allá conserva más vivo?
La niñez, los primeros afanes, los primeros fracasos, las primeras reacciones ante estos En fin, cuanto nos espolea para la consecución del éxito. Junto a todo eso, lo que nos conmueve: el hogar, el amor y la legítima ambición.
¿Qué contactos directos mantiene con su pueblo?
Una o dos veces al año hago una escapada a Orense, aunque sea para permanecer 24 horas.
¿Qué le gustaría decir a los que viven allá, sin haber intentado la aventura del desplazamiento?
Estar en Madrid, capital de España, no es estar ausente de lo nuestro. No creo que se pueda hablar exactamente de nostalgia. Ausencia y nostalgia la padecen muchos paisanos nuestros, pero, o porque tienen la mar por en medio, o porque existe algún fuerte contraste sicológico. Dentro de nuestro país, la única nostalgia posible para el orensano es la de nuestro paisaje gallego. Este sí: no sólo se hace posible aquí mismo, pero ¿qué gallego no lo lleva metido en el corazón?
¿Le gusta que Orense siga convirtiéndose en una gran ciudad o hubiera preferido aquella de antaño?
Me gusta que Orense se convierta en una gran ciudad, es perfectamente compatible con la conservación de sus viejos encantos.
¿Cuál cree usted que es el problema orensano de más importancia y el de mayor urgencia?
Su desarrollo. Su industrialización, su incorporación al ritmo moderno, en el campo y en la ciudad.
¿Qué arrinconaría o destruiría de Orense, y qué salvaría a toda costa?
Destruiría la miseria, lo viejo inservible y lo inú-til. Salvaría, a toda costa, los valores humanos; y este espíritu regional y emprendedor y soñador también de los orensanos. (1963)
Hace 25 años... Semana santa 'de perros'
La Diputación Provincial de Orense aprueba un Plan Provincial de Obras y Servicios por valor de 2.795 millones de pesetas, con saneamientos, pavimentaciones, reformas y otras obras de mejora en todos los ayuntamientos de la provincia. El Plan, aprobado gracias al apoyo de Coalición Galega y CDS frente el voto negativo del PSOE, se desglosa de la siguiente forma: 160 millones aportados por la Diputación, 875 por el Estado, y 447 por los propios ayuntamientos (un 15 por ciento del total). El resto del dinero llega gracias a un préstamo concedido por el Banco de Crédito Local a la Diputación por valor de 1.312 millones de pesetas.-Más de cien perros son abandonados en la ciudad de Orense durante estas vacaciones de Semana de Santa, algo que se repite todos los años en estas fechas y durante el verano, desbordándose la capacidad de la perrera municipal.
Hace 50 años... Una calle corta y muy aburrida
Nacieron en Orense José Placer Rodríguez, Elías Rodríguez Reboso y en Orense ha dado a luz un precioso niño doña Blanca Abelleira, esposa de nuestro corresponsal en Xinzo de Limia don Luis Carrera y ha dado a luz una preciosa niña, primera de sus hijos, doña Pilar Castro, esposa de don Francisco Calvo Rodríguez. La pequeña recibirá el nombre de Pilar.-(1) Orensanos en Madrid.
-Don Camilo Gómez habla de la calle Cardenal Quevedo, donde está establecido desde hace diez años como comerciante. Se queja de que para el comercio la calle es muy mala, a pesar de ser muy concurrida por la gente que entra desde la carretera de Monforte, pero la mayoría no para. No se queja del pavimento ni del alumbrado, y cita como principal problema la consecuente escasez de vecinos: No hay gente, no hay movimiento, la calle es corta, y uno se aburre detrás del mostrador.
Hace 75 años... El gobierno vasco se instala en Francia
n n n El presidente del Gobierno de Euzkadi, señor Aguirre, declara que, en vista de que no tienen territorio sobre el que gobernar, abandona España y se traslada con su Gobierno a Toulouse (Francia).-Las tropas de Franco, a kilómetro y medio de Lérida. Trescientos combatientes extranjeros, la mayoría ingleses, se rinden.
-Miles de personas, incluidos soldados, intentan cruzar la frontera con Francia por Cataluña y Aragón. Entre ellos la Brigada 43 que al estar rodeada no tiene otra alternativa que o bien entregarse o bien pasar a territorio francés.
-Se encuentra en Orense el doctor Campos, director del Instituto Antimorreidal de Madrid. Consulta en el Hotel Barcelona de 11 a 1, hasta el 15 de este mes. Cura sin cirugía ni guardar cama
