ACRU, artista sinónimo de rap conceptual

El rapero Acru
photo_camera El rapero Acru
Con la edición de su disco “El don”, Acru deja su rol de freestyler y se dedica a la presentación de un material en el que hay rap, trap y egotrip pero también influencias del soul o el R&B y fotografía e imagen

Bajo el nombre de “El don”, Acru presenta un trabajo discográfico que el propio músico argentino, ahora mismo una celebridad mundial como rapero y freestyler, describe como “incómodo”, a la vez que, explica, su realización le trajo una “sensación de alivio y armonía”.

“’El don’ es un disco que respeta el origen de la música que hago, y deja claro que mi rap puede teñirse del soul, del R&B, del boom trap, del egotrip, del detroit, de la rapeada más conceptual, de la imagen, la fotografía, el cambio de audio, la contradicción y el quiebre”, apunta el músico cuya novedad podrá ser apreciada en España en pocos días, dado que se presentará el 26 de noviembre en Málaga, el 28 en Barcelona, el 29 en Valencia y el 30 en Madrid.

Con una decena de canciones, de las cuales “Josear”, “Trono” y “Cien shows” fueron los primeros adelantos, el que es el tercer trabajo de Acru cuenta con “Agradecido” como focus track y sorprende justo porque absolutamente todas las composiciones tienen su historia plasmada en videos. Se trata de una obra conceptual que llevó cuatro años de trabajo a Agustín Cruz, dado que cada video es una pieza única en la que se explicita el sentido y el decir de la canción a la que acompaña. 

Uno de los discos más esperados por los seguidores de la cultura hip hop de habla hispana, “El don” engloba el camino y recorrido transitado por Agustín, incluyendo lo bueno y lo malo, lo denso, lo disfrutable y lo difícil que es hacer música. Una música que reconoce influencias tan variadas que van de Led Zeppelin y James Brown a Mercedes Sosa.

“La gran alma que tuvo el proyecto es no ser un disco cómodo, un disco fácil, que no sea un disco fácil de encontrar ahí a la vuelta. Ahora tengo la sensación de armonía, alivio y disfrute de saber que todo eso que empezó en mi cabeza hoy tiene un sonido, un decir, una fotografía y que se volvió un disco”, resume.

Formado en un colegio de arte, el joven que ahora tiene 25 años empezó con sólo 10 con el beatbox y el graffiti, pero muy poco después ya se animó a participar de una competencia de freestyle y no dejó este estilo musical hasta 2017, cuando se volcó a la música de otra manera. Produjo junto a Tóxico su primer álbum “El Origen” y en 2018 presentó su segundo álbum “Anonimato”. Igual combina a partir de entonces la edición de sus álbumes con su rol de rapero y freestyler “old school”. “Trato de cuidar la esencia que me moviliza. Me gusta explorar y enriquecerme con novedades pero, al final, tengo fuerte esa cuestión originaria en mi música y le doy mucho valor”, remata. 

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