De Aspasia se cuenta que regentó un burdel y que era hetaira; con gran formación y una alta capacidad de oratoria
No sabemos si fue la retórica u otro de sus encantos los que sedujeron al viejo Pericles -estratega y padre de la democracia ateniense- el caso es que éste repudió a su esposa, con la que tenía dos hijos (Jantipo y Paralos, muertos en el 429 a.C. de epidemia) y se unió a Aspasia de Mileto (470 a.C. Mileto -hoy Aydin- Turquía - 400 a.C.), nuestra protagonista.
De Aspasia se cuenta que regentó un burdel y que era hetaira (cortesana en la Antigua Grecia); con gran formación y una alta capacidad de oratoria, A ella le atribuyen una gran influencia sobre Pericles, además de instigadora en varios conflictos, le escribía -dicen- los discursos; ambos tendrían un hijo, Pericles el Joven, más tarde general, quien moriría ejecutado tras la batalla de Arginusas.
La prostitución en la Antigua Grecia era oficio menesteroso, el matrimonio concebido se liberaba así del placer; prostitutas y hetairas mantenían un negocio boyante y clasista. Entre aquellas que surtían de placer y alimentaban el espíritu, pues eran mujeres cultivadas, figuraban féminas como Aspasia. Las hetairas, más allá de la distinción de clase y la educación recibida, gozaban de independencia económica y pagaban impuestos.
Aspasia fue una mujer poderosa, los enemigos de Pericles le atribuyeron capacidad de instigar conflictos cruentos como el apoyo de Atenas a Mileto en su enfrentamiento con Samos, o en el de la Guerra del Peloponeso. Incluso sería llevada a juicio por Hermipo, poeta cómico, según cuenta Plutarco, y declarada inocente, aunque para ello el mismo Pericles debiera suplicar a los jueces durante tres horas con lágrimas en los ojos.
Sócrates, Eurípides, Sófocles, Tucídides. Al margen de las influencias sobre el estratego Pericles, la capacidad retórica y su afán comunicativo, su casa se convirtió en un centro intelectual de la época, donde los hombres atenienses llevaban también a sus mujeres para que la oyesen conversar.
Muerto Pericles, Aspasia se casa con Lisicles, otro general y lider ateniense, con quien sumaría otro vástago, a quien seguro ayudó a triunfar.