Las canteras, esas huellas indelebles en el paisaje

Se repudia a las canteras, en la mayoría de los casos sí, por excesivas en sus límites y por su nula reposición o restauración, al revés de como se viene actuando en la Comunidad Europea. No sé de ninguna que haya restituido el paisaje: Oteca, entre O Regueiro y Lampazas, en el concello de Esgos; Biobra, en el límite oriental con León, en todas las de pizarra en las sierras que convergen en las Trevincas; las de Mugares, en Toén; la de los Faros de Avión; la de Rionegro, en Paderne;esta de la foto, en Monte Grande, Verea; la de Puga ; la de Albeiros, en Amoeiro; la de la sierra de Gomariz, en Baltar Ninguna ha restituido a su prístino estado el monte. Hubo unas canteras establecidas en las márgenes de los ríos, sobre todo de los grandes, en este caso del Miño, que extraían los cantos rodados de su cauce y orillas, ya en Quenlle, en Reza, en Barbantes, que sacaron los coios para una construcción que lo devoraba todo o para machacar la piedra como la de Quintela. Para erradicar estas canteras que destrozaban las márgenes del rio fue preciso una campaña dura para que las autoridades decretasen el cierre. Los miras se trasladaron hacia los montes de granitos abundantes, que en un caso excavaban la tierra, hallaban el granito bajo tierra, pero cuando se arrasaban las rocas de la superficie el estrago más visible atacando todo cuanto bolo, batolito, se hallase a la vista, tal como se está haciendo en la sierra de Gomariz, en el entorno del que fue castillo de Aguiar da Môa o de la Reina Loba. La ley de Minas es flexible y a la vez taxativa sobre explotaciones a cielo abierto. La explotación de las canteras tiene varias fases: 1ª.- Previa de investigación, muestreo, perforación, análisis… 2ª.- Arraque del mineral, carga, trituración… 3ª.- Transporte del mineral tratado… Los impactos medioambientales que se derivan de estas explotaciones podrían resumirse: Sobre el Paisaje, impacto visual, por cambios en la morfología, taludes, terraplenes, contraste color, rupturas de pendiente; sobre el Suelo, pérdidas por la erosión, por excavación del terreno; sobre la Fauna, alteración de los hábitat; sobre la Flora, pérdida de cobertura vegetal; sobre las Aguas, contaminación, afectación de arroyos, surgimiento de lagunas, escorrentías; sobre la Atmósfera, partículas y ruidos; sobre la Población, beneficio económico y social...para los concesionarios Hasta aquí lo que se contempla en la Ley de Minas que en cuanto a la reparación o restauración de los espacios ocupados, una vez cesada la actividad minera, presenta una abundante problemática que hace que muchas de estas explotaciones sigan siendo agresivas y presenten un deterioro paisajístico al que no se pone coto una vez cesada la actividad como ésta de Verea, las de Gomariz, Oteca, Biobra,.. las imposibles de pizarra.