LA REVISTA

Chocolate con leche, poesía, escultura y tiras cómicas

Chocolates de Fina Rei 3_result
photo_camera Chocolates .

La segunda generación de Fina Rei apuesta por vincular la gastronomía más dulce a la cultura

Con la Semana Santa a las puertas el chocolate cobra nuevo protagonismo: huevos de Pascua, casitas, gallinas y otras figuras de chocolate se convierten en regalo a los ahijados, salvo entre quienes mantienen la centenaria tradición de los roscones. En una Galicia en la que cada vez son menos las fábricas de chocolate, las pastelerías se aferran a elaboraciones más cuidadas, más artesanas. En esta línea, hay quienes han decidido dar un paso más. La segunda generación de pasteleros de Fina Rei, en Allariz han buscado el vínculo entre chocolate y las bellas artes: escultura, poesía, literatura...

"Queremos mantener y potenciar los dulces tradicionales de Allariz -explica Miguel Mosquera Rei, gerente y uno de los tres hermanos que siguen la tradición iniciada por su madre en 1971- pero también queremos apostar por una línea nueva de producto: muy cuidado en la materia prima y en su elaboración y que se vincule a distintas manifestaciones de la cultura de nuestro país".

El cuidado va más allá de los conceptos tradicionales y se lanza a complejas elaboraciones, como unas ostras en las que las texturas y colores diferentes se logran a partir de distintos tipos de chocolate. Corbatas, que a su llamativo diseño unen un delicado sabor y una tira cómica de Pinto y Chinto; flechas, también de chocolate, a las que, además de un bombón de frambuesa, chocolate con leche y otros ingredientes, incluye un poema de amor de Yolanda Castaño; o las caras de chocolate, réplicas de figuras del escultor ourensano Acisclo Manzano, pintadas a mano y rellenas de crocante de canela, almendra y naranja, de crocante de café y dulce de leche y de trufa de cava y limón.

Las especialidades de chocolate se han convertido en manifestaciones de arte efímeras: duran el tiempo que pasa entre su elaboración y el momento en que se saborean, que no suele ser mucho.

El catálogo se extiende con turrones, chocolates artesanos con frutos secos, bombones... y por supuesto los dulces tradicionales de Allariz: los almendrados, la torta real y la Tentación de Eva, que es una empanada de manzana elaborada a partir de una variante del hojaldre.

Pero entre todos ellos, la joya de la corona la constituyen las almendras de pico en las que el almíbar va creando volúmenes alrededor de cada almendra, a través de un proceso laborioso y largo que las convierte en una de las rarezas de la dulcería gallega.

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