Tras el éxito de ventas de “House Flipper”, Frozen District ha lanzado una segunda entrega del videojuego favorito de los manitas. Para los aficionados a las obras y a la decoración que hayan probado el primer lanzamiento, este segundo título no les pillará por sorpresa.
Desde el lanzamiento de “House Flipper” en 2018, la desarrolladora ha escuchado muchas críticas de los jugadores, que, si bien sus reseñas generales son positivas, tenía asperezas que se podían limar haciendo que la jugabilidad fuese mucho mejor. En esta segunda entrega, todos esos problemas han sido solucionados, haciendo de la interfaz algo mucho más cómodo e intuitivo, además de eliminar aspectos del gameplay que molestaban a muchos.
El juego tiene dos modos diferentes, el ya común para este estilo de juegos conocido como sandbox, en el que podremos construir, reformar y limpiar propiedades sin preocuparnos por el presupuesto solo para ver las posibilidades o para divertirnos creando maravillas y el modo historia. La historia no tiene demasiada complicación, volvemos a nuestra casa de la infancia donde sabemos que podremos encontrar casas baratas para reformar y vender por un precio mucho mayor.
El primer paso del modo historia es conocer nuestra casa, una propiedad en los suburbios que nuestros padres nos dejaron. Si bien su estado es deplorable, nuestras habilidades de manitas nos permitirán hacer de ella una vivienda de lujo. Para ello, necesitamos empezar ganando algo de dinero. En este punto entra un conocido nuestro, Tom Marino, que nos ofrece algunos trabajillos de limpieza para ir sacando algo de efectivo.
Con estos trabajos iremos familiarizándonos con nuestras herramientas básicas. Nada más comenzar, tendremos una herramienta para vender objetos, una bolsa donde echar toda la basura y una herramienta de limpieza, que será un trapo, un cepillo o un limpia cristales dependiendo la superficie que estemos limpiando. Los primeros contratos se resolverán fácil solo con el uso de estas herramientas y, poco a poco, iremos desbloqueando otras muchas, como la aspiradora, la paleta para el cemento, el rodillo para la pintura y más.
Cuando aceptamos un contrato, se nos llevará a la vivienda, allí, veremos marcas que nos indicarán las salas que tienen objetivos pendientes. Dentro de cada sala podremos consultar qué se requiere, a veces será limpiar, a veces vender muebles viejos o comprar nuevos o incluso tirar paredes o limpiarlas. Lo importante es que en todo momento podremos consultar cuál es el siguiente paso que deberemos completar, para no llegar al lugar más perdidos que un pulpo en un garaje.
Al ir descubriendo nuevas herramientas para trabajar en los encargos, podremos aplicarlas en nuestra propia casa, haciendo que esta, poco a poco, se vaya convirtiendo en la casa de nuestros sueños. Esto se aplica tanto a interiores como a exteriores, ya que también dispondremos de un amplio catálogo de elementos decorativos exteriores así como muchos árboles y plantas.
