Los cuidados de la zamioculca, la planta “indestructible”

Zamioculca.
photo_camera A la izquierda un girasol (Helianthus annuus), a la derecha una zamioculca (Zamioculcas zamiifolia).

La zamioculca es una especie que requiere pocos cuidados, siendo tan resiste a todo tipo de condiciones que ha llegado a ser llamada la planta “indestructible”

Muchas personas aficionadas a la jardinería y, sobre todo a las plantas, sufren los problemas del clima de Ourense. Los veranos tienen unas temperaturas cálidas que rondan los 40 grados, mientras que los inviernos las temperaturas descienden hasta los 0 grados. Estas condiciones tan complicadas provocan que no cualquier planta sea apta para crecer sana y fuerte en una vivienda de la ciudad de As Burgas, sin embargo, a cada regla siempre hay excepciones.

En esta ocasión, la excepción de la que vamos a hablar es la zamioculca. Esta hermosa planta posee un tono verde oscuro con unas hojas robustas y brillantes. Llega a crecer hasta los 70 centímetros, ocupando una superficie relativamente pequeña, ya que crece principalmente en vertical. Esta opción es especialmente popular debido a su resistencia y su capacidad para prosperar en condiciones de cuidado muy bajas.

¿Qué es la zamioculca?

La zamioculca (Zamioculcas zamiifolia) es originaria de las regiones tropicales de África. Esta planta se ha ganado la reputación de ser prácticamente indestructible, lo que la convierte en una opción ideal para aquellos con manos no tan verdes o para los que tienen condiciones especialmente adversas. Sus hojas son brillantes, coriáceas y tienen un aspecto similar a las plumas, lo que le da a la planta un atractivo único y elegante.

Condiciones de luz y ubicación

La zamioculca es conocida por su adaptabilidad a diversas condiciones de luz. Sin embargo, su preferencia es la luz indirecta brillante. Coloca tu zamioculca en una habitación con ventanas, pero evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas. Esta planta puede tolerar niveles más bajos de luz, pero su crecimiento puede ralentizarse en esas condiciones.

Riego moderado

La clave para cuidar una zamioculca es mantener un régimen de riego moderado. La planta puede sobrevivir períodos prolongados sin agua gracias a sus raíces carnosas que almacenan humedad. Antes de regar se debe dejar que la capa superior del sustrato se seque, asegurándose de que el exceso de agua se llegue a drenar fácilmente hacia el fondo de la maceta para evitar así problemas de pudrición de raíces.

Suelo y fertilización

La zamioculca prefiere un sustrato bien drenado. Una mezcla para macetas estándar con perlita o arena aporta las propiedades necesarias. Evita los suelos que retengan demasiada humedad, ya que esto puede llevar a problemas de raíces. Fertiliza la planta una vez al mes durante la temporada de crecimiento primavera-verano con un fertilizante equilibrado, diluido a la mitad de la fuerza recomendada.

Temperatura y humedad

La zamioculca tolera una amplia gama de temperaturas, pero prefiere un rango entre 18-24°C. Evita exponerla a temperaturas por debajo de 10°C. Además, esta planta es bastante resistente a la baja humedad, lo que la hace adecuada para ambientes con aire acondicionado.

Problemas comunes

La zamioculca es una planta resistente, pero algunos problemas pueden surgir. Las hojas amarillas pueden ser un signo de exceso de riego, mientras que hojas caídas pueden indicar falta de agua. Asegúrate de ajustar tu régimen de riego en consecuencia. Si detectas plagas como ácaros o cochinillas, trata la planta con insecticida natural.

En resumen, la zamioculca es una elección excelente para aquellos que buscan una planta de interior fácil de cuidar con un atractivo y una elegancia visual que se mantendrá a lo largo de todo el año.

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