LITERATURA

El dilema de siempre

Y a mí, que salvo la estupidez de ciertos individuos, pocas cosas me escandalizan, me pareció realmente refrescante y agradable que un libro de dibujos me produjera dicho efecto

Esta semana les quiero hablar  de “Grandes Mentiras Para Niños Pequeños”, un libro de dibujos que cogí en la biblioteca y que me dejó el cerebro del revés. Cada página es una viñeta con unas pocas palabras que recuerdan un poco a las “Greguerías” de Gómez de la Serna pero construidas no solo verbalmente sino con la conjunción de dibujo y texto.

Como ya les digo que me dejó el cerebro del revés, obviamente gugleo a su autor, Andy Riley y, claro, resulta que el tipo, entre otras cosas, es coguionista de series como “Black Books” (que aunque no la he visto mucho, le encanta a mi amiga Lali, lo cual solo puede querer decir que es una serie inteligente) o “Little Britain” (si no conocen ninguna de las dos, tranquilos: sigan viendo “Velvet” que cualquier día ganará un Emmy).

Mientras leía este libro me pasaron tres cosas: me reí, me sorprendí e incluso me escandalicé un poco. Y a mí que, salvo la estupidez de ciertos individuos, pocas cosas me escandalizan, me pareció realmente refrescante y agradable que un libro de dibujos me produjera dicho efecto.

Así como hay quien tiene Transtornos Obsesivos Com-pulsivos que les llevan a las más pintorescas manías, yo, inevitablemente, tengo que adjetivar las cosas que me gustan, si no, una especie de desasosiego vital se cierne sobre mí. En esta línea, mientras iba leyendo la obra de Riley, las palabras “macarra pero tierno” me venían continuamente a la cabeza. Cuando acabé el libro y le di la vuelta, vi que alguien, con adjetivo más fluído que el mío pero, al parecer, con idéntica sensibilidad, lo había calificado de “tierno y dulcemente perverso”.

Y aquí estoy yo con el dilema de siempre: ¿quiero ser amiga de Andy Riley?, ¿amante? ¿o, mucho más probablemente, ser Andy Riley? Qué sinvivir…

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