El ejercicio físico contra el estrés

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El estrés es un término psicológico muy planteado en los últimos años, pero es algo que nos viene acompañando desde que el hombre es hombre. Este estado tiene lugar en situaciones en las que se requiere una mayor capacidad de rendimiento, aumentando nuestra presión arterial, tono muscular y nuestra frecuencia cardíaca y respiratoria. Esto se produce gracias a la liberación de una serie de hormonas de estrés o rendimiento, entre las que destacan la adrenalina y noradrenalina (1).

Hoy en día, el estrés es más psíquico que físico, ambos tipos de estrés actúan por medio de la liberación de hormonas de estrés, pero el estrés psíquico no requiere de un desempeño tan físico, como podía ser enfrentarse a situaciones de peligro, en la edad antigua por ejemplo. Esto hace que nuestros recursos energéticos (azúcares y grasas) preparados para ser utilizados, no se eliminen por completo y esto lleva a un estado crónico de alarma, y que puede tener consecuencias para nuestra salud.

Existen dos tipos de estrés: el estrés bueno (éxito, amor, buenas noticias… y también el esfuerzo profesional considerado útil) y el malo o distrés (cargas, tensiones o situaciones desagradables). La interpretación del estrés como algo “bueno” o “malo” también va a depender de la valoración subjetiva de cada individuo, ya que la sensibilidad frente a factores estresantes no es la misma para todo el mundo.

El distrés crónico, como dijimos anteriormente, puede tener consecuencias para nuestra salud. Como resultado de no aprovechar la energía puesta a nuestra disposición, los niveles de azúcar y grasas se mantienen elevados en sangre al igual que la presión arterial, esto puede traer como resultado problemas de arterioesclerosis (calcificación de los vasos sanguíneos), riesgo de trombosis, infarto de miocardio y apoplejía (2), o también otro tipo de problemas como formación de caries y predisposición a las infecciones. Además de esto, a nivel psicológico tiene grandes consecuencias, como insomnio, pérdida del apetito, irritabilidad, movimientos involuntarios, tensión muscular, entre otros.

Ejercicio físico para combatir el estrés

La actividad física hace que se normalice la secreción hormonal, lo que conlleva que los niveles de azúcar y grasas en sangres altos vuelvan a bajar, así como la presión arterial. Por lo tanto, esto contribuye a la mejora de los síntomas de estrés. Los individuos con una buena condición física aeróbica utilizan técnicas de enfrentamiento más efectivas contra el estrés.

Ten en cuenta que...

En relación con la práctica deportiva, no todos los deportes son adecuados. Se deben evitar deportes con un alto grado de concentración que conllevan un alto grado de tensión interna como el tenis o el tenis de mesa. Al tratarse de deportes en los que el fallo forma parte del juego, puede provocar irritabilidad, lo que dependerá también de la persona. La clave está en divertirse practicándolo dejando el rendimiento a un lado. Decir que algunos autores sostienen que para que el ejercicio sea efectivo este tiene que tener las siguientes características: aeróbico, libre de competición, predecible y repetitivo.


Glosario

1. Adrenalina y noradrenalina: Hormonas liberadas para afrontar una situación de estrés. 

2. Apoplejía: Síndrome neurológico de aparición brusca que comporta la suspensión de la actividad cerebral y un cierto grado de parálisis muscular; es debido a un trastorno vascular del cerebro, como una embolia, una hemorragia o una trombosis.

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