Un pequeño pueblo blanco de la sierra andaluza en los años noventa en el que ocurren sucesos paranormales en torno a una secta, que ponen la vida de dos adolescentes del revés. Este es el argumento de la serie “Feria: La luz más oscura”, una serie creada por Carlos Montero (“Élite”) y Agustín Martínez (integrante del trío Carmen Mola) que acaba de estrenar Netflix.
Las jóvenes actrices Carla Campra (“Señoras del (h)AMPA”, “Todos lo saben”) y Ana Tomeno (“La isla mínima”) son las protagonistas de esta historia que arranca en una casa en la que vive una familia aparentemente normal, con Eva y Sofía descubriendo la vida, en plena adolescencia. De la noche a la mañana todo se pone del revés, cuando sus padres son acusados de pertenecer a una peligrosa secta suicida y tienen que convivir con unos vecinos que saben más de lo que parece sobre ese culto oscuro y sobre lo que pasa en la mina abandonada. Todo ello mientras intentan entender lo que ha pasado, cada una a su manera, siempre movidas por el amor que sienten hacia su familia. “Ellas son el día y la noche, no tienen nada que ver pero se complementan muy bien (…) Lo que mueve a Sofía es el amor por su familia, por todo lo que tiene aquí”, cuenta a Efe Campra. Lo que han intentado, ante todo, es “darles mucha profundidad y verdad” a los personajes.
En su viaje hacia tratar de entender lo que está pasando, apunta por su parte Tomeno, “se van haciendo fuertes cada una a su manera y durante todo el proceso maduran muchísimo”.
Meterse en la piel de estas dos jóvenes, apuntan las actrices, ha cambiado también sus propias vidas. “La carga emocional que tienen Eva y Sofía es brutal durante toda la serie y va in crescendo. Terminábamos agotadas muchos días física y emocionalmente (…) Yo lo he aprendido todo en Feria, pues nunca antes había construido un personaje”, apunta la actriz de 23 años. Para Campra, de 22 años, que lleva desde los 8 actuando y acumula ya más de una veintena de proyectos en cine y televisión, Feria ha sido “un antes y un después”. “Me ha cambiado la vida, la perspectiva. Ya llevaba tiempo enfrentándome de manera más consciente a los proyectos porque, claro, de tan pequeña yo iba a los rodajes a jugar, siendo una niña” pero, tras “Feria”, “afronto los proyectos de otra manera”.
