Huesitos, buñuelos y panellets, los dulces de difuntos

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Con estos dulces comienza la temporada de la almendra y los piñones

Samaín, Halloween, son fiestas que se han añadido (la primera de ellas con carácter retroactivo, pues. hace referencia a una tradición que parece ser que existió y se perdió) a las fiestas clásicas de Todos los Santos y los Fieles Difuntos. Dos fechas con las que comienza el mes de noviembre en el que, tras la introducción del cambio de hora, las tardes se acortan para dar paso a noches prematuras, que comienzan a eso de las seis.

De los festivos otoñales, el primero de los cuales fue el día del Pilar, Santos y Difuntos son los primeros que tienen su propia gastronomía, muy orientada al dulce. No cabe duda de que en la parte salada, dominan los cocidos. Empiezan a llegar las nabizas, A Limia ya cosechó sus patatas nuevas y los fumeiros ya se ponen a trabajar a pleno rendimiento. Y si el frío hace acto de presencia, cosa que este año todavía no ha sucedido, unas castañitas asadas hacen más llevadero el regreso de la visita a los cementerios.

Pero es en la parte dulcce donde se marca la diferencia con estas fechas. Los buñuelos son los más comunes, incluso como dulce casero, pues son fáciles de hacer y relativamente económicos. Se fríen en abundante aceite, se espolvorean de azúcar en grano y se escurren antes de rellenar de crema pastelera, nata o chocolate. La mayoría de las pastelerías los venden durante esas fiestas y los fines de semana previos. 

Pero los grandes protagonistas de los escaparates de las confiterías son los huesos de santo. La clave de su elaboración es un delicado mazapán a base de pasta de almendra que luego se enrolla en forma de tubo y se rellena con sutiles cremas de diferentes sabores. El tercer protagonista de la dulcería de estos días es el panellet. Los hay de muchos tipos, aunque los más comunes son los de piñones, que también se llaman empiñonadas.

Almendra y piñones empiezan así su temporada que luego llegará a la cima, con los dulces propios de la Navidad. Pero esa ya será otra historia.

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