El pan artesanal gallego fue la última incorporación al club de los productos con sello de identificación de origen, en este caso de IGP. Las partes implicadas en esta acción están ultimando detalles que permitan que podamos disfrutar de panes gallegos artesanos con un sello de garantia y de origen. Hay un producto en la provincia de Ourense que tiene mucho que ver con el pan y que está específicamente vinculada al amplio territorio provincial del oriente montañoso: las bicas ourensanas. Todas son diferentes y todas tienen elementos en común que las diferencian de otras bicas, por ejemplo, la de Carballo de Bergantiños.
Las encontramos en Valdeorras, en Viana do Bolo, en Maceda, en Esgos... y por supuesto, las tres más famosas: la de Trives, la de Castro Caldelas y la de Laza. Unas son mantecadas, la mayoría. Laza presenta su singular bica blanca sin manteca pero con nata y con claras de huevo en vez de huevo entero. Las bicas ourensanas, al igual que el pan artesano gallego, constituyen una seña de identidad de una parte importante del territorio de la provincia de Ourense, como la castaña, los embutidos o el vino de sus denominaciones de origen. Panaderos y pasteleros harían bien en reivindicar un sello de origen para evitar falsificaciones.
