Igloo. 18 años y nuevo disco, "Planes para días grises"

Nacido en Pontevedra en 2004, cuando el indie ni se identificaba como tal sino como una opción alternativa al mainstream que el grupo hoy mantiene, Igloo celebra su mayoría de edad con “Planes para días grises”, disco producido por Juanma Latorre (Vetusta Morla) y pergeñado en una cuarentena que ofreció “la oportunidad de saborear cada momento” de la composición y la grabación cuando el mundo se detuvo, según los dichos de Beni Ferreiro, voz y guitarra del combo que completan Alberto Torres en batería, Juanma Fernández en guitarra y Julián Rodríguez en bajo.

-“Tan fuera de lugar / dentro de mi casa / es como despertar / en mis propias trampas (…) También aprendí / a cortarme las alas / El reloj no arranca”, dice la letra de “Cuarentena”, parte de “Planes para días grises”, disco compuesto en pandemia. ¿Hacer arte y expresar sus emociones en canciones durante un período tan oscuro pudo ser un salvavidas en un contexto de tanto dolor?

-Sin la menor duda; crear y dar forma al disco fue un auténtico salvavidas. Era seguir caminando en un momento en el que todo se detuvo. Por un lado, nos produjo la calma que nunca tuvimos, porque siempre hay que componer y grabar entre giras para que la máquina no se detenga, y por otro, nos dio la oportunidad de saborear cada momento. Nos gustó tanto esa dinámica que la continuamos durante el proceso posterior a la grabación. Cada mezcla llegaba por separado, y hasta que cerrábamos un tema no comenzábamos con el siguiente. 

-Otra canción, “Yo nunca”, dice “En el lado oscuro de las cosas siempre hay algo que me llama con más fuerza cada día”. Cuando la gente salía a los balcones a aplaudir a los sanitarios que hoy son agredisdos se decía que íbamos a ser mejores personas tras la pandemia. ¿Somos mejores o peores?

-Somos igual que antes. Todas las promesas que hicimos se quedaron en esa pesadilla que tuvimos hace tres años y que hemos eliminado de nuestra mente, aunque muchos teníamos la esperanza de que muchas cosas hubiesen llegado para quedarse. Hay países que culturalmente nos dan mil vueltas: si tienes gripe, usas mascarilla; si ves a alguien que necesita ayuda, sobre todo gente mayor, se le respeta. Puede que algunos humanos nos hayamos vuelto aún más egoístas después de estar encerrados. Pero oye: a pesar de la mierda de noticias que vemos a diario hay muchísima gente que se levanta cada día con ganas de ayudar a los demás y hace que todo merezca la pena. Tóxicos del mundo, dejad que los sueños de los demás comiencen su deshielo, e iros a invernar vosotros. 

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