Jane Birkin, el mito fashion que dio nombre al icónico bolso de Hermès

Eran los primeros años de la década de los 80. Jane Birkin se había separado ya de un Serge Gainsbourg con el que había mantenido una relación tan tóxica como sensuales son sus suspiros en la legendaria “Je t’aime… moi non plus”. Junto a él se había convertido en una de las parejas de moda, esa que todos los jóvenes de la época aspiraban a emular, especialmente en lo que a estilo se refiere; pues la leyenda dice que no fueron ejemplo de mucho más que del buen gusto al vestir. En aquel momento, Jane Birkin ya era la “it-girl” de la época gracias a su estilo desenfadado y relajado con toques bohemios. Destacaba en sus modelitos el uso de bolsas de paja como bolso fetiche de su armario. Todo un referente de la moda de la época. En esos comienzos de los años 80 se subió a un avión y coincidió en el asiento de al lado con Jean-Louis Dumas, presidente entonces de la exclusivísima firma francesa Hermès. Birkin portaba sus pertenencias en una bolsa que se rompió y le comentó a su compañero lo ideal que sería que la marca gala diseñase un bolso con bolsillos en el que cupiesen todas sus cosas. Dumas se comprometió así a crear un complemento grande como para transportar todo lo necesario pero con un diseño elegante y atemporal. Dicho y hecho. Fue así como un encuentro fortuito en un avión -todo lo fortuito que puede ser que coincidan frente a frente el presidente de una compañía como Hermès y el icono más fashion de la época- dio lugar al bolso más famoso de todos los tiempos. Jane Birkin participó en su proceso creativo rediseñando el modelo Kelly (sí, por Grace Kelly) y firmando para siempre un contrato a través de su apellido que le supuso una comisión por ventas de por vida (en 2011 recibió 30.000 libras), que ella destinaba a causas benéficas. El Birkin se convertía en el modelo más codiciado de la firma francesa y todavía hoy lo sigue siendo. Tanto que no se puede comprar directamente en tienda , no importa tu cuenta bancaria ni tu apellido, si no que hay una lista de espera de seis años. Tarda más de un mes en fabricarse y, cuando te llega el turno, toca ir preparando una cantidad de entre 6.000 euros por el modelo más barato hasta cifras astronómicas que pueden alcanzar el millón y medio de dólares (como ocurrió con la versión Himalaya). También es posible que lo adquieras si el encargado de una boutique considera que eres digna de él. Pero como toda relación, la de Birkin y Hermès no estuvo exenta de altibajos. De profunda conciencia ecologista, a comienzos de los años 2010, la asociación de defensa de los animales Peta dio a conocer los métodos de producción de la piel de cocodrilo que se empleaba precisamente en el Himalaya, de modo que la actriz y cantante inglesa pero unida a Francia para siempre pidió que retirasen su nombre del bolso mientras no utilizasen un proceso de elaboración ético. Al final, ambas partes llegaron a un entendimiento y el fruto de su matrimonio continúa en los altares de la moda a día de hoy. En sus 40 años de historia, Jane Birkin llegó a tener tan solo cuatro de sus bolsos de Hermès. Entre 2007 y 2011 subastó tres de ellos con fines benéficos. Eso significa que a la hora de su muerto tan solo estaba en posesión de un ejemplar del bolso que ayudó a diseñar y que se convirtió en el más famoso de la historia. Y, aunque está claro que ante la pregunta “qué fue antes, el bolso o la actriz?” la respuesta es Jane Birkin, muchas amantes de la moda hoy ya no lo tienen tan claro. De hecho, la propia Birkin asegura que, en ocasiones, al decir su nombre muchas le decían “¡como el bolso!”. Hoy se estima que rondan por el mundo en torno a 200.000 ejemplares de este inaccesible bolso y, quienes lo tiene, lo miman como si de una pieza de museo se tratase.