Virtuosismo, voluntad de acero y una pasión muy precoz por el motocross han llevado a Jorge Prado a la cima mundial de este deporte
Con once años abandonó Galicia y se estableció en Bélgica. Un enorme sacrificio que asumió tanto él como su familia, con un objetivo muy claro en su cabeza: ser campeón del mundo . Once años…
Debes estar registrado para leer este contenido
Si ya tienes una cuenta, inicia sesión
star
Podrás registrarte con tu correo. Es rápido y gratis.
¿Necesitas ayuda? Envíanos un email a [email protected].