LA REVISTA

La llamada del Entroido

Xinzo de Limia. 21/01/18. Entroido de Xinzo co Domingo Fareleiro na praza maior.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Entroido en Xinzo con el Domingo Fareleiro.

El ciclo festivo del invierno por excelencia atrae a miles de visitantes que quieren vivir en Laza, Verín, Xinzo y en el resto de las villas ourensanas el carácter más auténtico del carnaval

Viana do Bolo abrió el calendario con su Mascarada Ibérica el sábado 13 de enero, un encuentro en torno al Entroido tal como se celebra y se viste en localidades de Galicia, Asturias, Cantabria, las castillas y norte de Portugal. Luego prosiguió con su desfile en Vilariño de Conso. Pero el pistoletazo de salida lo dio la bomba de palenque que inauguró el Entroido de Xinzo en la noche del sábado pasado y que fue seguido por el domingo fareleiro. De todos los ciclos festivos a lo largo del año, ninguno es tan extenso y tan completo como el del carnaval y tiene en la provincia de Ourense, desde la capital al más remoto de sus rincones, su reino más expresivo.

Hablar del triángulo mágico del Entroido, Laza, Verín y Xinzo, es recurrir a un tópico que aunque se ha extendido de tal manera que son decenas de miles las personas que se desplazan hasta sus fiestas, no hace justicia a un ciclo festivo que se despliega por todas las comarcas de Galicia y de manera muy especial por las de Ourense. Sin embargo, es en ese triángulo, donde el calendario del Entroido se hace más extenso, con actividades que aunque compiten en el tiempo, se complementan y permiten a los miles de turistas que quieren recorrerlos, saltar de uno a otro, eso sí, con la dificultad que entraña el acceso a estas villas cuando la fiesta se encuentra en pleno esplendor.

El calendario

Aunque las fiestas se mueven por el calendario al mismo ritmo que las de Semana Santa, todo depende de la fecha en la que cae la primera luna llena de la primavera, que este año es el sábado 31 de marzo, se trata de dos ciclos completamente diferentes. La cuaresma separa ambas celebraciones como un abismo que hace que unas y otras sean casi opuestas. Mientras el carnaval abría un paréntesis de libertad y fiesta mundana de apenas unos días, a partir del miércoles de ceniza se iniciaba un largo camino de austeridad y recogimiento que no finalizaba hasta el domingo de Pascua.

El calendario más extenso de cuantos se celebran en Galicia tiene su epicentro en Xinzo de Limia. Cuatro semanas que comenzaron el pasado sábado 20, al que le siguió el Domingo Fareleiro, con la gran Farelada que tuvo lugar desde las cinco de la tarde del pasado domingo, en la que se materializó la simbólica e incruenta guerra con la harina como arma de diversión masiva con la que los miles de participantes tiñen de blanco las calles de Xinzo.

Los folións, anunciaron en Laza la llegada del Entroido con sus  sonoros desfiles  del viernes pasado y del de esta semana, que volverá a repetirse el primer viernes de febrero y el segundo, el día 9, que será el Venres de Folión.

 En Verín, el 1 de febrero tiene lugar el Xoves de Compadres. Pero en Xinzo no habrá que esperar tanto pues este mismo fin de semana tiene lugar el Colgamento do Meco y al día siguiente se celebra el Domingo Oleiro, el segundo de sus cinco domingos del entroido. Las ollas con harina, con vino, con agua... pasan de unas manos a otras entre  los vecinos que participan de este juego, cruzándose de manera que depende de la destreza y atención de los participantes que las ollas de barro no acaben en el suelo, siendo el culpable objeto de las burlas de los asistentes y teniendo que pagar luego el vino a sus amigos.

El Domingo de Corredoiro, el 4 de febrero, es el momento en el que las pantallas salen a las calles del casco histórico de Xinzo y se convierten en las protagonistas de la  fiesta. En Verín lo hacen los cigarróns, con la jornada que abre oficialmente el entroido verinense, con pregón, música y numerosas actividades a lo largo del día.

Una de las fechas más singulares del calendario del entroido es el Xoves de Comadres que alcanza su punto más festivo en Verín, aunque también se celebra en otras localidades ourensanas como en Laza.

La fiesta tiene como protagonistas a las mujeres que son las que copan las mesas de los restaurantes y mesones de la villa, en una cena de disfraces que copa por completo el aforo de toda la hostelería verinense hasta el extremo de que la mayor parte de las participantes hacen la reserva de un año para otro para no quedarse fuera de la fiesta. Es a partir de esa jornada, y especialmente de esa noche, la del jueves 8 de febrero, cuando el carnaval entra en su  fase álgida, especialmente en el triángulo mágico. A lo largo del fin de semana  discurrirán, el Venres de Folión, el Sábado de Cabritadas y el Domingo de Estrea, en Laza, con la salida a la calle de los peliqueiros, que luego tiene continuidad el Luns Borralleiro, que comienza con la farrapada, la guerra a golpes de farrapos manchados en barro y sigue a lo largo de todo el día, mientras los peliqueiros desfilan por sus calles llenas de turistas procedentes de todos los rincones del mundo, atraídos por una de las fiestas más ancestrales del ciclo carnavalesco.

Vilariño de Conso. 07-02-16. Provincia. Domingo gordo de Entroido en Vilariño de Conso.Foto: Xesús FariñasLos días grandes

Tras el Xoves de Comadres, la fiesta continúa en Verín con el Venres de Compradreo, el Bautizo do Cigarrón el sábado, y el Domingo Gordo. Día da Farelada y Martes de Entroido. Es en estos días, entre el 10 y el 13 de febrero cuando se concentra el mayor número de actividades, no solo en las villas emblemáticas del entroido Ourensano, como son las tres del triángulo mágico; también en Maceda, en Vilariño de Conso, en Viana do Bolo, en Celanova, en Oímbra, O Carballiño, Ribadavia, Maside, Boborás, Sarreaus, Bande… y por supuesto, en Ourense capital, en el centro y en las parroquias de la periferia.

A lo largo de la geografía carnavalesca  se despliegan todos sus personajes. Las pantallas de Xinzo, los felos de Maceda, los vergalleiros de Sarreaus, los boteiros de Viana do Bolo, los peliqueiros de Laza, los cigarróns de Verín, los troteiros de bande, las pitas de Eiroás… todos tienen tras de sí una larga tradición y una historia que define no solo el disfraz o la máscara, cuando lo uno es más importante que lo otro, también el papel que juegan dentro del ciclo del entroido y cómo estos personajes van adquiriendo unos rasgos específicos.

La preservación de estas figuras, no solo de su atuendo, ha sido uno de los fctores que más valor le ha conferido a estas fiestas, que en otras localizaciones gallegas quedaron relegadas durante décadas a la mera celebración de bailes de disfraces en casinos y liceos hasta que la vuelta de la democracia las lanzó de nuevo a las calles.

Cuando llega el Miércoles de Ceniza, el entierro de la sardina pone punto final a la mayoría de los carnavales gallegos, pero en Ourense la fiesta se prolonga hasta el domingo siguiente, el de Piñata, una jornada que es aprovechada en O Carballiño para celebrar la primera de sus grandes fiestas gastronómicas del año, la de la Cachucha. El cerdo le toma el relevo al pulpo en el protagonismo de esa fiesta, aunque las pulperías y restaurantes siguen despachando en ese día sus platos de madera con el pulpo bien aderezado de aceite de oliva, pimentón y sal.

Verín. 19-02-17. Provincia. Domingo Corredoiro en Verín.Foto: Xesús FariñasLa gastronomía

Y este es el ejemplo bien palpable de que el entroido es una fiesta total, en la que la actividad en la calle, las verbenas musicales, los juegos infantiles, las batallas con harina, se interrumpen en la tregua de una mesa bien armada de viandas, tal vez la más calórica de todo el año.

La gastronomía del entroido es una fiesta de exaltación al cerdo que rindió su vida en el San Martiño, aunque este año tuvo que esperar un poco más, hasta que llegasen los fríos de verdad para que sus carnes curasen en las artesas bien rebozadas en sal. No es casualidad que muchas de las fiestas que tienen al cerdo como protagonista, desde la antes mencionada cachucha de O Carballiño, hasta el Codillo de A Rúa, el Botelo en O Barco de Valdeorras o el Cocido en Lalín, tengan sus fechas vinculación con el ciclo del entroido. También es el momento en el que los grelos se encuentran en su mejor momento, después de haber sido nabizas y ponen el contrapunto con un ligero toque amargo a los chorizos, botelos, androllas, lacones, cachuchas y demás despieces del cerdo, cada uno de ellos con un sabor y una textura diferente.

La identidad gastronómica del entroido se lleva también a los postres, en los que las orejas y las flores, ponen el colofón a una sobremesa con la sencillez de unos dulces caseros que en estas fechas ocupan también los escaparates de las pastelerías de toda Galicia.

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