Malos tiempos para la lírica

Programado para los días 11, 12 y 13 de junio, si el Covid lo permite, el OurenRock Sound devolverá la música a Ourense en el gran formato de festival. “La gente está cansada de restricciones y tiene ganas de música en directo”, asevera Rubén Álvarez, organizador de un encuentro referente en Galicia. Se vendieron mil entradas en dos días, ¿la gente tiene ganas de rock? Son malos tiempos para la lírica, como decían los añorados Golpes Bajos, y en la bella Auria, capital cultural, aún más oscuros. El área de cultura circula cuesta abajo, sin timón y sin capitán, es imposible programar. El OurenRock Sound cada vez está más consolidado: en la edición reducida XS de Ribadavia, con Xoel, Ses, Os Amigos dos Musicos, se vendieron 400 entradas en 10 minutos, y para el festival madre se vendieron mil entradas en dos días. La gente está cansada de restricciones, tiene ganas de música en directo, de abrazarse, y qué mejor sitio que la Ciudad de los Muchachos para llevar a cabo un evento de estas dimensiones, con la Diputación de Ourense como patrocinador principal; sin su ayuda sería imposible realizarlo. Por la cancelación del año pasado por el Covid, mantuviste el cartel, ¿cómo están afrontando los músicos esta nueva edición? Decidimos mantener el mismo line up que en 2020 como nuestro granito de arena a un sector musical al que las ayudas no llegan. Los artistas y sus técnicos llevan un año sin subirse a los escenarios de grandes recintos, con lo que esto conlleva económicamente para ellos y sus familias. Pero el festival se consolida con un viernes de estilos más parecidos a la primera edición, con Boikot, Los Chikos del Maíz, Dakidarría, Nativa, Hard GZ, Derroche, Anarchicks. Y el sábado con artistas más conocidos para el público en general como Novedades Carminha, Rayden, Playa Cuberris, Indomable, Balkan Bomba, Furious Monkey House. Como siempre digo, me gusta que el OurenRock Sound sea ecléctico. ¿Cómo es planear un festival bajo las restricciones del covid? Hay que ser sincero con nuestros asistentes; si las restricciones de aforo no son las adecuadas, se cancelaría, volviendo a ofrecer recuperar el dinero de las entradas o guardarlas para 2022, un año para el que habrá un cartel renovado porque va ser el año de la nueva explosión de eventos.