De la Tierra

Marzo con sabores del Mar, la razón para ir a Esposende

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photo_camera Rui Manuel Martíns (izquierda) y Benjamín Pereira (derecha), concejal de turismo y alcalde de Esposende.

Pulpo, Peixe sapo, rodaballo, róbalo, salmonetes... la pesca  de bajura de la costa atlántica es la protagonista del mes de marzo desde hace diecisiete años en Esposende.

El Atlántico  no es misericordioso con la costa de este municipio de 95 kilómetros cuadrados, cuando llegan las borrascas. La barra de arena que separa el océano de los últimos cientos de metros del curso del río Cávado, ha tenido que ser reforzada con un singular rompeolas hecho con sacos de arena que parecen colocados por un gigante. El mismo mar que azota con furia es generoso en pesca. Allí no hay lubinas, sino róbalos, de dos o más kilos. El peixe sapo, que nuestros vecinos llaman tamboril, tiene una textura consistente y una carne sabrosa. Y el pulpo, es de piel oscura porque se agazapa entre las rocas y allí se mimetiza con el color de las piedras y las algas. 

Con un patrimonio gastronómico de primera línea y una gran imaginación, la cámara municipal emprendió en 1999 la aventura de poner en marcha un programa de un mes de duración en el que el mar se convirtiese en el protagonista.

Y en este empeño llevan ya 17 ediciones. Ayer se presentó la que corresponde al próximo mes de marzo. 14 restaurantes se presentan a un concurso gastronómico con sus creaciones: pulpo con broa, costilletas de peixe sapo con salsa agridulce, róbalo braseado con rissoto al vino... son algunas de las propuestas que se someterán al veredicto del jurado. Pero el número de restaurantes que se han adherido al programa ofreciendo un sabor del mar a lo largo de este  mes suman una treintena.

Un mes de actividades

Rui Martíns y Benjamín Pereira, vereador de turismo y presidente de la cámara municipal, respectivamente, presentaron el programa completo que incluye desde una exposición sobre Esposende y el Mar en la primera guerra mundial a un sinfín de talleres dedicados a distintas técnicas culinarias y de repostería.

Con 34.000 habitantes y una oferta hotelera y hostelera capaz de atender a los cien mil habitantes que alcanza cuando llega el verano, esta pequeña ciudad está llamada a ser la gran valedora de  un turismo gastronómico que tiene la dieta atlántica como bandera.
Esposende está a dos horas de Ourense y hora y media de Vigo y ofrece además de gastronomía, y unos vinhos verdes muy atlánticos que se elaboran en cinco quintas del término municipal, un paisaje dominado por el mar y kilométricas playas, y muchas posibilidades de disfrutar de un largo, larguísimo paseo por un cómodo y llano sendero que recorre 

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