La moda de las estrellas: todo sobre los estilismos más glamurosos y a la última

Bjork y Nieves Álvarez.
photo_camera Bjork y Nieves Álvarez.
Todavía con la resaca de la entrega de los Globos de Oro y a la espera de que se hagan públicas las nominaciones a los Oscar, ya estamos preparándonos para deleitarnos con los estilismos que van a lucir las estrellas patrias en la próxima ceremonia de los Premios Goya

Porque si lo importante de estos eventos es celebrar el cine y todo lo que hace posible que el séptimo arte exista, no menos importante es la vestimenta que escogen los protagonistas del día para asistir a las galas. 

Lo de pasearse sobre un tapiz rojo luciendo opulencia es algo que se remonta a la Grecia clásica, donde se usaban para pasear las estatuas de los dioses, aunque en un evento relacionado con el cine no se usó hasta 1922 para el estreno de la película “Robin Hood”. Desde ese mismo instante, la alfombra roja pasó a asociarse para siempre con el glamur de Hollywood. 

Da igual el evento que se lleve a cabo (Emmy, Bafta, Goya, Grammy…), si una cosa es segura es que las celebridades que pasean por la alfombra roja intentarán acaparar todas las miradas con sus estilismos, unas veces con mayor éxito que otras.

Puede que uno de los primeros vestidos que se nos venga a la cabeza cuando pensamos en estilismos de alfombra roja sea el Versace de escote infinito que lucía Jennifer López en los Grammy del año 2000. Más allá de los gustos personales de cada uno con respecto al diseño, lo que nadie puede negar es que es uno de los vestidos más icónicos de la historia lucido en un evento, no en vano es el culpable de la invención de la búsqueda de imágenes de Google.

El mismo año, Julia Roberts se hacía con el Oscar a mejor actriz que recogió con un espectacular Valentino que quedó plasmado en las páginas de la historia de la moda. Dos años más tarde, Halle Berry puso en el mapa un diseñador hasta el momento desconocido y que, a partir de ese instante, se convirtió en nombre recurrente en las alfombras rojas gracias al diseño de cuerpo bordado semitransparente y falda granate con el que la actriz subió al escenario a recoger su galardón. 

Todos los objetivos se vuelven hacia Nieves Álvarez cada vez que aparece en el photocall de los Goya, pero si un estilismo suyo es recordado es el Stephane Rolland que llevó a la ceremonia en 2013. Como tampoco nadie puede olvidar el impresionante Pierre Balmain vintage que escogió Penélope Cruz y con el que se alzó con la estatuilla en los Oscar de 2009.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuánto valen los estilismos más glamurosos de las estrellas? Ya sea por mano de obra o por lo rentable que resulte para la marca, hay vestidos cuyo coste llega a cifras estratosféricas. La media suele estar entre los 100.000 y los 200.000 dólares, pero hay uno en concreto que rompe la baraja y se aleja de estos precios dejándolos como mera calderilla. Se trata del Dior Alta Costura con el que Jennifer Lawrence subió (con caída incluida) a recoger su premio en 2013 y que estaba valorado en la friolera de 4 millones de dólares.

A estas cifras, por supuesto, hay que sumarle lo que cuestan las joyas que rematan los estilismos. En 2016, Claudia Schiffer llegó al festival de Cannes luciendo un collar diseñado por la propia Coco Chanel y valorado en más de un millón de dólares. También Gigi Hadid adornó su vestido con un conjunto de pendientes y collar valorado en más de 11 millones en la gala del Met en 2021, aunque nada eclipsa el histórico collar de diamantes que Lady Gaga llevó a los Oscar de 2019 firmado por Tiffany & Co y cuyo precio ronda los 30 millones de dólares.

La polémica

A veces, ya sea por crear polémica o porque los estilistas no aconsejan muy bien a sus clientes, hay estilismos que llenan las listas de “Las peor vestidas”. A día de hoy, nadie consiguió olvidar todavía el vestido-cisne de Bjork o el traje hecho de carne de Lady Gaga. Aunque no es necesario lucir de lo más extravagante para recibir críticas negativas, Anne Hathaway fue blanco de todo tipo de comentarios con el Prada que escogió para los Oscar de 2013, lo mismo que le ocurrió a Sara Sampaio con un sugerente look en el Festival de Cannes en 2017. 

Mención aparte merece también la moda masculina, porque si hace unos años los hombres eran los que menos arriesgaban en la elección de su vestuario y se limitaban a lucir perfectos en un esmoquin hecho a media, ahora son ellos los que revolucionan la alfombra roja con diseños modernos y poco convencionales. Eduardo Casanova, Timothée Chalamet o Billy Porter son algunos de los nombres que acaparan más flashes con sus estilismos llenos de color y formas imposibles.

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