Basada en la novela de 1937 de Agatha Christie, “Muerte en el Nilo” es un interesante thriller de misterio dirigido por Kenneth Branagh sobre el caos emocional y las consecuencias letales que provocan los amores obsesivos. Las vacaciones egipcias del detective belga Hércules Poirot a bordo de un glamuoroso barco de vapor se convierten en la aterradora búsqueda de un asesino cuando la idílica luna de miel de una pareja perfecta se ve truncada de la forma más trágica.
La película cumple con el cometido de todo “¿Quien lo hizo”, ese juego en el que se implica al espectador en descubrir quién es el asesino. En los últimos años estamos viendo un cierto revival de este tipo de productos. En 2017, el propio Kenneth Branagh estrenaba una lucida y entretenida adaptación de “Asesinato en el Orient Express” que entroncaba con inteligencia en el mundo de Agatha Christie aunque desde una perspectiva hollywoodiense. En 2019 se estrenó también la entretenidísima y divertida “Puñales por la espalda”, todo un hallazgo narrativo digno de las obras de Christie.
El director irlandés trata de repetir ahora el éxito de su anterior apuesta y lo consigue en buena medida ya que resulta un producto entretenido apoyado en un gran reparto en el que sobresale Gal Gadot y el propio Branagh.
La película se desliza más hacia el desarrollo de los personajes (ya era así también en la novela) que hacia la narrativa del crimen lo que hace que tarde en coger el ritmo y vaya al grano que es lo que espera el espectador de cine. Aunque no es menos cierto que muchos ya han leido la novela y ya saben cual es el criminal por lo que Branagh decidió sacrificar la concisión para tratar de llegar tanto al que no han leido la obra como al que sí lo ha hecho.
VEREDICTO: ⭐⭐⭐★★ | Para los amantes del "¿Quién lo hizo?"
