Outfits de tejidos ligeros para las tendencias de moda del verano

Frescos y ligeros

La subida de las temperaturas trae consigo el inevitable cambio de armario. Y eso significa que materiales como pana, lana o borreguillo dejan paso a otros más frescos y ligeros. Aunque las tendencias van cambiando, existen una serie de clásicos que cada verano regresan como grandes protagonistas de la temporada y llevan siglos o incluso milenios entre nosotros. 

Seda

La seda es uno de los tejidos con mayor tradición en el mundo de la moda. Y no solo para confeccionar prendas, sino que su producción dio lugar a una de las mayores rutas comerciales entre oriente y occidente. Su historia se remonta a nada menos que el siglo XVII antes de Cristo, tal y como reza la tradición china. Eso son casi cuatro mil años de historia conquistando los armarios de todo el mundo. 

No está del todo claro el origen de la producción de seda y son muchas las leyendas que narran las diferentes civilizaciones del este del mapamundi. Lo que sí está claro es que no sería posible sin los gusanos que llevan su nombre. Para conseguirla se deja que los gusanos fabriquen su capullo y, justo antes de comenzar su metamorfosis en mariposas, se hierven y se retiran de dentro para comenzar el proceso de hilado del líquido viscoso con el que se recubren.

Lo que comenzó siendo un secreto de la artesanía china se fue revelando y extendiendo a otros países con tramas de espionaje incluso de por medio. Tan codiciado era el misterio del tejido que China monopolizó durante tres milenios que el imperio castigaba con pena de muerte a quien osase divulgar la fórmula de este preciado material. Europa lo descubrió a finales de la Edad Media y, desde entonces, esta costosa tela ha estado siempre asociada al lujo y el poder de las clases más elevadas. Su industrialización y la posibilidad de replicarla con técnicas más baratas han facilitado que hoy esté en los catálogos de las marcas low cost para todos los públicos.

Satén

Siguiendo la estela de brillo de la seda, el satén es otro de los tejidos estrella de esta temporada. De hecho, está confeccionado con hilo de seda y su característica principal es el brillo de uno de sus lados, quedando la parte interior con un acabado mate, que le aporta no el material con el que está hecho sino la forma de trabajarlo y tramar el hilo. 

También es China la cuna de su origen y fueron los mercaderes quienes se encargaron de popularizarla por todo el mundo. Su ligereza y suavidad la hicieron muy popular para la fabricación de camisones y batas, de modo que siempre ha estado muy asociada a la lencería y la ropa de cama. Quizá por eso no era demasiado popular en la ropa de calle hasta hace unos años, cuando los diseñadores decidieron sacarlo fuera y convertirlo en una opción para la ropa de calle. Se cree que su nombre procede de la ciudad china Quanzhou, cuyo nombre árabe era “Zaiton”.

Crochet

Oriente continúa siendo el escenario de origen de uno de los tejidos más buscados cada verano y que la historia -sobre todo la de la música- se ha encargado de asociar con un estilo boho y hippie. El crochet o ganchillo no tiene claras las causas de su nacimiento, aunque se cree que procede de una técnica de tejido del país asiático, si bien existen evidencias de que los persas también lo utilizaban. Sin embargo, en este caso fue Francia el país que le dio mayor fama.

Lejos del lujo con el que se asoció siempre la seda y sus derivados, el ganchillo se popularizó sobre todo entre las clases más bajas de aquella sociedad, que podían fabricarlo en casa y confeccionarlo con tan solo la ayuda de un pequeño gancho que le da nombre al material. 

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