La Aldea de Couso se encuentra a unos 40 minutos de Ourense, en una de las partes más desconocidas de A Limia, la que empieza a remontar altura hacia la sierra, en el término municipal de Sarreaus. Además de las casas rehabilitadas y convertidas en alojamiento rural de gran confort, la aldea cuenta con un restaurante, al frente de cuyos fogones se ha puesto un cocinero limiano que conoce bien su oficio y ejerce de buen anfitrión de la gastronomía gallega. La carta no es muy extensa, pero sí lo suficientemente variada y además evoluciona con las estaciones del año. Producto de cercanía y cocina tradicional de mar y montaña en la que tanto cabe un buen arroz con bogavante como un cordero lechal al horno, pero con ese toque gallego que se diferencia del castellano y yo creo que le da un plus.
El comedor tiene un aire de antiguo pazo, por su decoración, sus muebles, el cálido entorno, características que terminan haciendo del restaurante el centro de la aldea. No diría que el protagonista porque ese título lo tiene, de manera merecida el Limia, que pasa a su lado jugueteando, juvenil, entre piedras y molinos. Abierto todos los días, conviene llamar previamente para reservar, sobre todo en fines de semana. No hace falta estar alojado para disfrutar de su acogedor ambiente y bien elaborada comida. Pero yo me llevaría una maletita con ropa por si caemos en la tentación de quedar a pasar el día y dormir allí.
