Un paseo por la ribera del Arlanza en ocho vinos

Una copa de vino.
photo_camera Una copa de vino.
La DO Arlanza debe su nombre al río que la riega, en Castilla y León

Si queremos asociar un río a los vinos de Castilla y León, no cabe duda de que el Duero es el primero que viene a la mente. Es el río que baña regiones vinícolas como la propia Ribera del Duero, los vinos de Toro, o los que se cultivan en Los Arribes. Por no hablar de su trascendencia al otro lado de la frontera para los blancos y tintos del Douro o los vinos fortificados de Oporto.

Pero además del Duero, hay otros ríos de su cuenca que están vinculados al mundo del vino. No tenemos que salir de Galicia para encontrar un ejemplo, con el Támega y la DO Monterrei.

Pero hoy vamos a ir un poco más lejos, a una denominación que es todavía mucho más joven que la jovencísima Monterrei. Se trata de la DO Arlanza, que debe su nombre al río que la riega y que es afluente en segunda generación del Duero, después de aportar sus aguas al Pisuerga.

Vinos señalados.
Vinos señalados.

 

DO desde 2007

Aunque el cultivo y elaboración del vino en esta zona, comprendida entre las provincias de Burgos y Palencia, con la sierra de Covarrubias como frontera oriental ya viene de antiguo, logró el sello de denominación de origen en 2007, nueve años después de lograr la calificación de vino de la tierra con IGP.

Terrenos de altura, mayoritariamente arcillosos, que llegan hasta los 1.200 metros sobre el nivel del mar y un dominio de las variedades tintas. Destacan entre ellas la tempranillo que aquí es conocida como tinta del país, garnacha, mencía, cabernet sauvignon, merlot y petit verdot. En las blancas, albillo mayor y viura. Elaboran vinos blancos, tintos y rosados. Y en estos últimos está autorizada la utilización de hasta un 50 por ciento de variedades blancas.

La sede de su consejo regulador está en Lerma, villa ducal de gran interés histórico y belleza urbana. En la actualidad elaboran vinos bajo el sello de la DO 27 bodegas. Traemos a esta sección de hoy una selección de vinos, blancos y tintos, jóvenes y con crianza, de diferente perfil. El primero de ellos, “Colina Triste” recuerda el rodaje de “El bueno, el feo y el malo” con Clint Eastwood, en Peña Carazo, en el Alto Arlanza. 

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