La jardineria

Plantas interiores para disfrutar

Plantas
Los espacios sin ventanas y con poca luz exterior necesitan de variedades vistosas que puedan adaptarse a diferentes condiciones de humedad y a la falta de iluminación natural

NO SE PUEDE tener todo en esta vida, y a la hora de elegir una planta para nuestro hogar, ocurre lo mismo. Ninguna puede cumplir todos los requisitos que queremos, ¿poca luz? ¿poco riego? ¿flores bonitas? ¿flor todo el año? Lo qué si podemos encontrar, es una planta que resuelva cada una de nuestras peticiones de forma individual.

Las plantas necesitan realizar la fotosíntesis para obtener energía. Este proceso, es mediante el cual, los organismos autótrofos rompen las moléculas de dióxido de carbono gracias a la energía de la luz solar, para transformarlo en energía que pueden usar y emitiendo oxígeno como residuo del proceso. La cantidad de luz solar que necesita cada organismo para realizar esta transformación es muy variable, algunos necesitan una luz intensa y directa, pero otros necesitan una luz más tenue.

Nos centraremos, como ya hemos dicho, en esas que no necesitan apenas luz para realizar sus funciones vitales. Comenzaremos por la Kentia (Howea forsteriana), también conocida como la palma del paraíso, esta palmera de interior es originaria de la isla Lord Howe, localizada en el Pacífico. Se adapta muy bien no solo a localizaciones de luz escasa, si no a varias intensidades de luz diferentes, casi podríamos decir que a cualquier tipo de luz. Requiere un riego semanal, pero le gusta mucho la humedad y las temperaturas frescas, por lo que deberemos pulverizarla con agua a menudo, sobre todo en primavera y verano. Perfecta para un recibidor sin ventanas, oficinas o incluso baños, ya que la humedad de este le hará hasta bien. Otra variedad de palmera que se adapta a una luz suave es la Palmera de salón (Chamaedorea elegans), originaria de regiones de Centroamérica, una exposición directa al sol provoca que sus hojas se quemen y amarilleen. Esta especie requiere más riego que su familiar la Kentia y se adapta a menos rangos de luz, por otro lado, es más resistente a las temperaturas frías, aguantando hasta -3 grados. Requiere un riego habitual, de unas 2-3 veces a la semana y un ambiente húmedo, en buenas condiciones puede llegar a alcanzar incluso 2 metros de altura.

Pasemos ahora a un ejemplar de cuidados muy sencillos y asociada muchas veces a principiantes jardineros, la Costilla de Adán (Monstera deliciosa). Planta de interior, de color verde oscuro intenso, a pesar de requerir poca luz, si será conveniente colocarla en un lugar con algo de claridad, no nos sirve una habitación sin ventanas, pero sí, por ejemplo, una habitación interior que de a un patio de luces. Aguanta temperaturas por encima de los 0 grados y es muy resistente a la sequía, la regaremos pues, solo cuando veamos que su sustrato esté seco. Otra planta que resista nuestros olvidos en sus riegos, es la Lengua de suegra (Dracaena trifasciata), esta planta, originaria de África, es una excelente purificadora, ya que su tasa de transformación del dióxido de carbono en oxígeno es superior a otras especies ya mencionadas. Se adapta muy bien a casi cualquier condición, poca luz o mucha luz, aunque colocarla en un lugar con mucha luz hará que florezca mejor. También resiste varios rangos de humedad, entornos secos o húmedos y aguanta una amplia gama de temperaturas, que va desde los -5 a los 40 grados, no resiste bien las heladas o la nieve, pero al colocarla en interior no será problema. Perfecta para oficinas, locales comerciales o viviendas ya que sus necesidades hídricas suponen un riego casi mensual, aguantando bien con 2-3 riegos al mes.

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