Uno no acudió al médico y el otro, una mujer, se perdió tras ser atendida y recibir el alta en el CHUO
La llamada de dos vecinos con domicilios en diferentes puntos de la ciudad a la Comisaría de Ourense, alertando el pasado miércoles de la desaparición de sendos familiares, disparó todas las alarmas en el cuerpo de seguridad. Las dos alertas se produjeron cuando los agentes aún no han localizado –ayer continuaba la búsqueda– al vecino Serafín Conde (70 años), quien falta desde el pasado domingo de su domicilio en As Lagoas.
Los policías nacionales, nada más tener conocimiento de la posible desaparición, primero de un hombre de 83 años, y más tarde una mujer de 80, salieron en su búsqueda, y también a recabar información entre sus familiares con el objetivo de impedir que salieran del casco urbano.
El dispositivo pronto dio frutos, dado que una patrulla localizó al hombre sobre las 14,20 horas completamente desorientado en la zona de la Alameda. El octogenario, según fuentes policiales, tenía cita con el médico a las 11,30 horas del miércoles en el centro sanitario Nóvoa Santos. Una hermana lo esperaba en las instalaciones y, al comprobar que no acudía, alertó a la Comisaría ante el temor de que le hubiera pasado algo, máxime cuando ya había salido sobre las nueve de la mañana de casa. El hombre sufre una minusvalía psíquica. "Cuando lo encontramos estaba muy desorientado pero aparentemente bien de salud", apuntaron fuentes policiales.
La segunda alerta llegaba ese mismo día sobre las 22,50 horas desde el servicio de Urgencias del CHUO. Una mujer informaba a los agentes que su madre, de 80 años, se había extraviado cuando estaban en el servicio de Urgencias del CHUO. La octogenaria había sido atendida por la tarde y cuando se perdió ya había recibido el alta médica y estaba en compañía de sus familiares, según fuentes del centro sanitario.
La Policía estableció un amplio dispositivo y localizó a la mujer (sufre demencia senil) media hora más tarde, a las 23,25 horas, cuando caminaba completamente desorientada por la calle Emilia Pardo Bazán de la ciudad. Los agentes alertaron a sus familiares, que la identificaron y se encargaron posteriormente de llevarla a su domicilio.
