Ocho Ribeiros premiados en Burdeos y Ribadavia

El pasado fin de semana Ribadavia acogió la sexagésima edición de la Feira do Viño do Ribeiro. La cita en la que las bodegas de esta región vinícola suelen presentar la última añada de sus vinos estuvo precedida por la difusión de los ganadores del Desafío Internacional del Vino, el Challenge International du Vin, que se celebra desde 1977 en la ciudad francesa de Burdeos. Este certamen internacional es siempre un buen augurio para los vinos del Ribeiro. Los anteriores en el calendario resultan todavía prematuros para presentar las nuevas cosechas y en éste, en cambio, se da una mayor participación con los vinos del año. Dicho esto, lo que se observa cada edición con más frecuencia es la presencia, y el éxito, de vinos de añadas anteriores en los concursos. Burdeos lo puso de manifiesto: de las cinco medallas de oro logradas por el Ribeiro, solo una se corresponde con la añada de 2022, la que ganó Alter blanco de la bodega Priorato de Razamonde. En los otros cuatro vinos veremos cosechas de 2019 (Adega do Moucho), 2020 (Renacido) y 2021 (Pazo Tizón blanco y Ramón do Casar Godello). Burdeos sirve de indicador, pues en sus jurados participan muy pocos sumilleres y críticos y más consumidores, bodegueros y distribuidores, y dan una buena radiografía de la tendencia en el mercado. El cambio es significativo porque si bien es cierto que los vinos del año, sobre todo en elaboraciones jóvenes sin crianza son muy buenos, el paso de uno o dos años en botella no afecta en absoluto a sus cualidades. Tanto Renacido como Adega do Moucho son vinos de guarda, en los que los años les aportan un plus que permite percibir matices que no están presentes en los más jóvenes.

Además de los cinco oros de Burdeos, esta selección trae los cuatro ganadores de los primeros premios de la cata popular de la Feira do Viño do Ribeiro, blancos y tintos de bodega y colleiteiro. En el caso del blanco de bodega recayó en Alter, que ya llegaba a la cita con la cata con un oro de Burdeos. Los otros tres son ya auténticos clásicos, con muchas ediciones tras de sí y han logrado, seducir al público que los cató en la iglesia de la Magdalena.

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