Avances tan sencillos como la teleasistencia, la receta electrónica o la reserva de cita médica no presencial han resultado decisivos en la mejora del servicio sanitario en zonas como Galicia.
La aplicación de los recursos tecnológicos a las necesidades sanitarias y asistenciales de los enfermos y mayores es una de las prioridades en los países más avanzados del mundo.
Avances tan sencillos como la teleasistencia, la receta electrónica o la reserva de cita médica no presencial han resultado decisivos en la mejora del servicio sanitario en zonas como Galicia, que sigue aplicando nuevas tecnologías que supongan una mejora en las prestaciones actuales.
Mejorar la calidad de vida de la población mediante el uso de internet y de las últimas novedades en robótica suponen una nueva revolución médica, tanto en la aplicación de biotecnología en tratamientos de recuperación y paliativos como en aplicaciones web para mantener un contacto periódico y directo con los pacientes.
Más allá de estos pasos en el aspecto comunicativo e informativo la industria tecnológica va más allá y apuesta por nuevos elementos biotecnológicos y sobre todo por una especialización en el aspecto de la robótica, que mejorará la precisión en departamentos sanitarios tan determinantes como la cirugía o la asistencia doméstica.
Todo esto está contribuyendo a facilitar la capacidad de percepción del entorno a los robots, con el desafío de darles una apariencia más amable para que puedan interactuar y manejarse sin problemas en espacios físicos abiertos e incluso conversar e interactuar con las personas sin hacerles daño.
Conseguir que un robot identifique todo a su alrededor y comprenda qué es cada una de las cosas que tiene delante y que las interprete correctamente en situaciones de escasa iluminación o en momentos de difícil visualización está todavía pendiente de ser resuelto.
Los avances en robótica están dando en los últimos años pasos agigantados. Entre los proyectos más recientes está el que se ha puesto en marcha en un hospital oncológico infantil de Lisboa, en el marco de la iniciativa europea Monarch, con robots de tamaño humano, de 1,5 metros de altura, que pasean por los pasillos del centro para entretener a los niños, con el objetivo de animarlos.
Otro de los proyectos más recientes está desarrollándose en España, en colaboración con la Fundación Alzheimer, con el objetivo de trasladar la robótica a las personas mayores con cierta demencia para acompañarlos, estimulando de esta manera sus capacidades cognitivas.
