Sistemas de riego caseros

La llegada de las vacaciones y los fines de semana fuera es un período esperado por muchos con ansia y que llega como agua de mayo, pero para otros, es el agua el que les preocupa durante sus vacaciones. Los aficionados a la jardinería siempre se preocupan por el bien de sus plantas y las vacaciones suelen suponer un problema, ya que supone descuidar algunas de nuestras plantas favoritas durante un tiempo, lo que puede suponer una pérdida en nuestro jardín. Si las plantas que tenemos requieren una cantidad regular de agua, desatenderlas durante unas vacaciones puede suponerles un mal irreparable, pero no por ello vamos a dejar de disfrutar de nuestras vacaciones. Si por otro lado nuestra colección es de suculentas o cactus, no regarlas un tiempo no supondrá un problema. Existen varias soluciones que podemos adquirir en nuestra tienda especializada de confianza, tales como el agua en gel, que se disuelve lentamente manteniendo el sustrato hidratado o los sistemas de riego automáticos. Un sistema de riego automático es algo similar a un sistema de riego por goteo que mantendrá el sustrato hidratado sin llegar a encharcar la maceta, este curso de agua suele ser regulable en los aparatos que compremos, pudiendo mantener un caudal mayor o menor dependiendo de las necesidades de cada planta. Si al irnos de vacaciones no tenemos un vecino en el que confiemos o un amigo que nos pueda hacer un favor, siempre está bien poder contar con algún sistema que nos permita despreocuparnos durante las vacaciones y desconectar completamente de la rutina diaria. Si no disponemos de un sistema de riego automático, crear uno no supone ninguna dificultad. Con este aparato casero, podremos despreocuparnos tanto si tenemos plantas de interior como plantas de exterior, para ello solo necesitaremos goteros, aspersores, bombas, programadores de riego, tubos, mangueras o electroválvulas, no, no necesitaremos todo esto, pero para saber lo que necesitaremos a ciencia cierta, necesitaremos saber que método elegiremos. Comenzaremos con un sistema de riego por goteo con ropa. Tan sencillo como poner un extremo de una prenda larga en una garrafa de llena de agua y colocar el otro extremo sobre la maceta que queremos regar. Gracias al principio de capilaridad, esta prenda empapará y el propio sustrato obtendrá agua de esta. Otra opción es enterrar una botella o garrafa en el sustrato habiéndole realizado diminutas incisiones en la superficie, de este modo, irá liberando agua lentamente. También existen aparatos que se colocan en el extremo de las botellas de agua para que estas liberen su contenido de manera lenta, permitiendo a nuestras plantas tomar el agua necesaria y eliminar el exceso sin riesgo de encharcamiento. Si no encontramos este aparato en una tienda podemos crear un sistema similar al de la garrafa y la prenda con una botella de agua y una cuerda. Para ello necesitaremos una cuerda que no sea plástica y a ser posible un alambre para ayudar a mantener la posición. Solo tendremos que colocar un extremo de la cuerda en la botella y el otro orientado gracias al alambre. Opciones comerciales Los aparatos que podemos comprar en tiendas sin tener que fabricar nada son los goteros regulables y el agua en gel. Un gotero regulable es una pica junto con un gotero, solo tendremos que colocar la botella boca abajo sobre la pica, clavarla en una maceta y el gotero hará el resto. Por otro lado tenemos el gel, que simplemente deberemos liberarlo sobre la macera y se irá disolviendo con el tiempo, esta opción es más económica pero el gotero nos servirá para futuras ocasiones.