“Skinamarink”, la gran apuesta de terror para este Halloween

Un fotograma de la película de Kyle Edward Ball
photo_camera Un fotograma de la película de Kyle Edward Ball
La película, que se estrena este viernes en Filmin, es uno de los grandes fenómenos del año

Filmin estrena, en exclusiva en plataformas en nuestro país “Skinamarink”, uno de los grandes fenómenos del género de terror de los últimos años. Rodada en una semana por Kyle Edward Ball, con 15.000 dólares de presupuesto, ha logrado recaudar más de 2 millones de dólares en Estados Unidos, donde ha sido distribuida por Shudder. Un medio tan prestigioso como Variety la ha colocado en lo más alto del ranking de mejores películas de terror de 2023, por encima incluso del fenómeno “Háblame”.

“Skinamarink” es una película absolutamente divisiva: o la amas, o la detestas. El argumento es muy sencillo: dos niños se quedan una noche solos en casa. Sus padres parecen haber desaparecido, así como las puertas y ventanas del hogar, mientras una indefinida presencia llama insistentemente su atención. Ambientada en 1995, la película adopta la apariencia de una vieja cinta de VHS, muy granulada, en la que las formas y contornos apenas se divisan. El film pretende emular las sensaciones que tiene un niño pequeño cuando le asaltan los terrores nocturnos, convencido de que hay un monstruo debajo de su cama o que el montón de ropa sucia que hay en la silla de su habitación es en realidad la silueta de un ser malvado. Los 100 minutos de duración de “Skinamarink” se componen de tomas estáticas largas e ininterrumpidas filmadas desde la perspectiva de un niño y mirando por pasillos alfombrados hacia puertas entreabiertas y la impenetrable oscuridad más allá.

“Creo que es difícil no identificarse tan profundamente con la historia porque todos hemos sido niños pequeños en algún momento y todos hemos tenido miedo”, afirma Ball. El director confiesa haberse inspirado en la descripción que un amigo le hizo del videojuego “Silent Hill 2”: “Hay horas en el videojuego en las que no sucede nada. Simplemente estás caminando sin hacer nada. Y pasado un tiempo todo se vuelve desconcertante y espeluznante. Entré un poco con esa mentalidad a la película”. El director aconseja a los espectadores que se enfrenten a “Skinamarink” que diseñen el entorno perfecto para el visionado: “Lo ideal es que la habitación sea silenciosa y esté a oscuras, ver la película de madrugada y con el sonido de los auriculares al máximo”.

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