LA REVISTA

Toulouse, la ciudad francesa más española

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photo_camera Iglesia de San Saturnino de Toulouse

Sin duda, el mejor lugar donde comenzar una visita por la capital de Midi Pyrénées es la plaza del Capitolio, donde se encuentran algunas de los principales atractivos turísticos de la ciudad

Toulouse es la ciudad francesa más española, este dicho se debe a la gran influencia cultural española en todo el sur de Francia aunque Toulouse es algo más que eso puesto que es la tercera ciudad más visitada de Francia, con cinco millones de turistas anuales. Otro de los apelativos de esta urbe es la de “la ciudad rosa” por el particular brillo de sus edificios.

Sin duda, el mejor lugar donde comenzar una visita por la capital de Midi Pyrénées es la plaza del Capitolio, donde se encuentran algunas de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Por un lado destaca el edificio del Capitolio, custodiado por ocho columnas de mármol rosa que simbolizan el número de concejales que representaban a cada uno de los ocho barrios que formaban parte de

Toulouse en el siglo XVIII. Hoy día, el Capitolio es la sede del Ayuntamiento y del Teatro Nacional y es muy recomendable visitar el patio Henri IV y la Sala de los Ilustres, inspirada en la Galería Farnese de Roma. Allí podemos cenar en Le Bibent, el restaurante tolosano de Christian Constant, que tiene una estrella Michelín en París. Quizá por la noche es demasiado atreverse con el Cassoulet, pero una opción irresistible es el tartar de salmón y ostras, con un toque de jengibre. Su tarta de chocolate tiene fama -merecida.

Hay museos para todos los gustos. Una oferta variopinta para grandes y pequeños, como la que podemos disfrutar en La Cité de l’Espace o en el Museo de Historia Natural, el segundo más grande de Francia por detrás del de París, con una colección de casi 10.000 piezas. Pero uno de los más curiosos es el dedicado al “pastel”. Si en Midi-Pyrénées alguien les habla de los edificios “pasteleros”, nada tiene que ver con la repostería. Durante el Renacimiento, Toulouse fue el epicentro del comercio de pastel, la única hierba disponible en Europa capaz de producir pigmento azul. Toda una fuente de riqueza para la industria textil y para los artistas, que generó un patrimonio incalculable que se tradujo en muchos de los edificios y palacetes de la zona.

La mayoría de las rutas por la ciudad y sus alrededores comienza en la plaza Charles de Gaulle con cinco rutas posibles: lo esencial de la ciudad, arte e historia, callejuelas y mansiones, la Toulouse “verde” y un paseo a orillas del río Garona. Sea cual sea la ruta elegida, no pueden perderse la basílica de San Saturnino, dedicada al primer obispo de la Ciudad. Fue construida entre los siglos XI y XIV y declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y es la segunda iglesia del mundo con más relicarios después del Vaticano.

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