Casi dos centenares de jugadores de la base componen un club que se confirma como referente del trabajo en las villas ourensanas
Noviembre, mes de magostos, de llegada del frío y de la lluvia y como no, de la presentación de los equipos del Clube Baloncesto Allariz.En una actividad marcada en rojo en el calendario deportivo de la villa ourensana, el deporte del balón naranja sacó músculo a través de sus futuras promesas.
Referente el trabajo con las categorías inferiores en las villas desde hace ya muchos años, el Allariz puede presumir de contar esta temporada con nada menos que 170 niños con licencia deportiva, a los que suman a los más pequeños, los más de 15 del baby basket.
Para gobernar la nave alaricana, un total de 14 técnicos, que se suman a una directiva plenamente integrada, que convierte al equipo en una enorme familia, que al margen de los innegables éxitos deportivos, trabaja en los distintos valores asociados al deporte.
Resulta llamativo, en un tiempo en el que el deporte femenino parece atravesar un pequeño bache en cuanto a practicantes, como en Allariz el número no solo no baja, sino que sube cada año, buena muestra del trabajo que se viene realizando desde hace muchas temporadas.
En una jornada de fiesta, además de la presentación de todos los equipos de la cantera, también hubo tiempo para un magosto popular y dos encuentros de categoría sénior.
Un día de fiesta en familia que confirma que el baloncesto en Allariz está muy vivo, hay futuro.
