El Barrocás está un punto más cerca de la permanencia y un poco más lejos de asegurarla por la vía rápida. El sistema de competición de esta temporada, que hace el corte en los cuatro mejores al final de la primera fase, es así se exigente y también apasionante. Si no entra arriba, el equipo ourensano jugará por la permanencia con lo sumado ayer si su rival juega también abajo. Ese fue el botín de la mañana.
Los naranjas tenían como objetivo reconocido hacer el pleno en casa en dos partidos consecutivos, y tras ganar la semana pasada al Catalonia, lo tuvieron en la mano, pero un gol a cinco minutos del final del Iluro dejó un sabor agridulce en el vestuario local. “Del partido estuvo todo bien menos el resultado”, decía el técnico del Barrocás, Roberto Oliveira.
Empezaron mejor los ourensanos. Movían bien la bola, controlaban el juego y además se adelantaron pronto en el marcador. Xurxo no perdonó en el penalti córner (1-0). Y fue noticia, porque en un partido con 24 penaltis córner fue el único que se marcó.
Reaccionaron los visitantes desde el segundo cuarto y el partido se puso más abierto. Al Barrocás le costó más controlarlo, pero aún así se mantuvo por delante hasta que, ya en el último cuarto, una buena jugaba colectiva por la izquierda la empujó Arnau Pons para poner el empate (1-1).
Todavía tuvo ocasiones el Barrocás para ganar, pero el remate de Jacobo lo paró el portero y el de Xurxo, sobre la bocina, se fue por encima del larguero.
