El Descenso del Miño en Ourense celebró su 50 edición por todo lo alto, con numerosa participación y victorias de los favoritos
Una edición muy especial. Así fue el Descenso del Miño de este 2018. El clásico ourensano cumplía 50 años, celebraba sus bodas de oro. Esta vez fueron más de 350 los palistas que participaron bajo un sol de justicia. 17 kilómetros de recorrido inalterable entre Os Peares y el embalse de Velle.
Entre los nombres propios, algún clásico. Empezando por Brais Sánchez. El palista del Vilaboa ha ganado cuatro de las cinco últimas ediciones de la prueba ourensana. Esta vez se impuso haciendo pareja con Breixo Buján y su compañero en las tres victorias anteriores, Antonio Palmás aprovechó para ganar la prueba en el K1. Le sacó 11 segundos a Alberto Pigueiras, del Viveiro.
En la categoría reina hubo mucha más emoción. Menos de un segundo de diferencia entre los ganadores (1:00.38,49) y los segundos clasificados, los palistas de O Barco Bernardo Sánchez y Jesús Rodríguez León (1:00.39,44). El podio lo completaron Santiago Cruz y Antonio Rey, del Firrete,a poco más de dos segundos de los ganadores (1:00.40,69).
Entre las féminas, la victoria fue para Ángela Baulde y Rebecca Laurijssen (As Torres), que se impusieron a las hermanas Carmela y Araceli Menduiña Santomé con casi un minuto de ventaja y con 17 segundos más sobre sus compañeras de equipo Fátima Ordóñez y Antía Santiago. La victoria en el K1 fue para Tania Fernández.
En las pruebas absolutas, el valdeorrés Adrián Fernández Lameiro sumó el segundo podio ourensano de la jornada. Representado al Breogán de O Grove, se quedó un segundo de la victoria. En 2017 fue segundo por detrás de su compañero de equipo Diego Romero y esta vez solo lo superó el palista del Verducido Damián González. 34 minutos y dos segundo fue el tiempo del ganador. El ourensano empleó 34 minutos y tres segundos en completar los 6500 metros del recorrido para los canoistas. Rubén Dasilva (Kayak Tudense) fue tercero en esta categoría.
Raquel Dacosta se impuso en la canoa individual femenina aventajando en más de tres minutos a Jenifer Casal y en más de cinco a Nerea Gondar.
En cuanto a la clasificación por equipos, el Ciudad de Pontevedra copó el medallero en Ourense al lograr cinco oros, cuatro platas y cuatro bronces. El primer club ourensano fue el Fluvial de O Barco que, a la plata de K2 sénior masculino, le sumó el oro del K1 de José Antonio Girón en veteranos. El Fluvial de Avión consiguió un oro con el K2 veteranos de Mónica Piñeiros y Kissi Torres y el Allariz un bronce con Diana Pérez y Carmen Díez en la misma categoría.
Una fiesta por todo lo alto. Medio siglo de ediciones bien lo merecía.
