Pocos sitios hay con tanto pedigrí para albergar pruebas de deportes náuticos como Castrelo de Miño. En esta ocasión, el turno fue para el remo. Y no con cualquier cosa. Sobre las aguas del municipio ourensano se disputó la Copa Primavera, una competición a nivel nacional que vivió su edición número 30. Alrededor de 450 deportistas tomaron parte en una competición con gran protagonismo para los jóvenes talentos de esta modalidad deportiva. En la llista de salida, clubes de Galicia, Madrid, Euskadi, Cataluña, Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana y Aragón.
Fueron dos jornadas intensas, con eliminatorias y finales, que dejaron un medallero dominado por el club Remeros del Eo Vegadeo, que sumó cuatro metales todos ellos de oro. Por detrás, el Regatas de Alicante, que sumó cinco aunque solo tres primeros puestos, y completó el cuadro de honor el Club de Remo Ribadeo, con otras cinco medallas, dos de oro.
Y dentro del cuadro de veteranos, también superioridad de una entidad asturiana, el Náutico de Luanco, que logró un oro y una plata. El Ría de Marín fue segundo con un primer puesto, con el Remo Versalles tercero gracias al oro restante que se repartió.
Cantidad y calidad en la participación de una prueba que siempre ocupa un lugar importante en el calendario anual. Y también elogios a un escenario, en el Parque Náutico de Castrelo de Miño, que renovó su romance con el remo gracias a unas instalaciones del más alto nivel. Se nota.
