Vela

Talento a toda vela en aguas ourensanas

El Trofeo Deputación de Ourense de Optimist-Gran Premio Abril reunió en Castrelo de Miño a las mejores promesas gallegas

Por segundo fin de semana consecutivo, Castrelo de Miño se convirtió en el epicentro de los deportes náuticos en Galicia gracias a la Semana Abanca. Primero fue el turno del esquí y, esta vez le tocó a la vela. El motivo fue la disputa del Trofeo Deputación de Ourense de Optimist-Gran Premio Aceites Abril, que reunió a unas 80 embarcaciones que llegaron a tierras (y aguas) ourensanas procedentes de los más reputados clubes gallegos, otros de diferentes puntos de España y también de Portugal.

Con un ojo puesto en el cielo y en lo que pudiera caer de ahí, las dos jornadas terminaron siendo un éxito de cantidad y de calidad, dejando claro que se trabaja muy bien en el día a día de los clubes.

Carolina Comesaña, del Marítimo de Canido, fue la vencedora absoluta de la categoría unificada de chicas y chicos del trofeo. La viguesa, que además ganaba una de las cuatro mangas celebradas, lograba nueve puntos netos, (tras acabar 1ª, 5ª y 3ª), superando a Sara Reboredo del Real Club Náutico de Vigo que lograba el tercer puesto absoluto, eso sí con dos primeros puestos parciales, con un acumulado de 10 puntos. También las chicas lograban el cuarto puesto (Carmen Bermejo, del Náutico de Coruña) y el sexto con Laura Pérez, de Canido. 

Por clubes

Los 14 premiados en Castrelo, pertenecientes a los Náuticos de Coruña y Vigo, del Marítimo de Canido y del Fluvial de As Pontes, representan a una nueva generación de jóvenes promesas de la vela española del Atlántico. La Semana Abanca, fiel a sus principios, apoya a la base, y precisamente sus organizadores celebraban aprovechando la ocasión el fichaje de uno de los mejores profesionales de la vela española, el catalán Pep Subirats, para que convierta esta cita en referencia de las competiciones en aguas interiores en este segmento a nivel nacional.

No todo fueron premios y trofeos, aunque siempre gusta recibirlos. Otro de los puntos fuertes de estas competiciones llega gracias a los lazos de convivencia que se estrechan entre los deportistas, que acumulan experiencias juntos a la vez que van progresando en el mundo de la vela.

Broche de oro para dos días intensos, tanto para organización como para regatistas, y despedida con la satisfacción de dejar hechos los deberes. Ahora, tiempo para pensar en lo que viene por delante.

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