Después de 700 días de mascarilla obligatoria en prácticamente todos los aspectos de la vida de los ciudadanos, la medida ha sido eliminada, al menos en lo que es espacios exteriores e interiores, con algunos matices.
Sin embargo, la celeridad de la medida y el desconocimiento de muchas de las aristas de esta nueva “normalidad” han hecho que muchos conductores y usuarios se encuentren con la duda de qué hacer a la hora de subirse al transporte público o de viajar, ya sea en solitario o acompañado.
El temor a las sanciones o sencillamente a vivir una situación incómoda con algún acompañante ha hecho que sea habitual ver a muchos conductores con la mascarilla dentro del coche, algo que es importante matizar.
Transporte público
Es quizá lo que más claro ha dejado el Ministerio de Sanidad desde el minuto uno. En el transporte público, ya sea autobús, tren o avión, la mascarilla sigue siendo obligatoria y no se puede retirar bajo ningún concepto.
Esta medida también es aplicable a los taxis convencionales y los vehículos de alquiler con conductor (VTC), tan populares en las grandes ciudades.
Vehículo privado
Donde no es obligatorio utilizar la mascarilla es en el vehículo personal. Si bien al principio si que era necesario llevar el cubrebocas cuando no se eran convivientes e incluso se llegó a regular ir en el asiento trasero al acompañante, ahora mismo todas esas medidas pasan a mejor vida, aunque con algunos matices.
Aunque no es obligatorio su uso, sí es recomendable llevarla cuando alguno de los que viajan dentro del vehículo es considerado de riesgo o vulnerable al sufrir alguna patología o sencillamente tener más de 60 años.
La nueva norma también recoge que aunque no se pertenezca a los grupos de riesgo, si se desea seguir utilizándola la decisión recae en el conductor u ocupante del vehículo.
Es importante recordar que al pasar más de 20 minutos en un lugar cerrado y sin ventilación es más que recomendable su uso.
Como vehículo privado también se incluye a los que se utilizan para los servicios de viaje compartido que ahora abundan y que con la crisis han sufrido un repunte de usuarios.
No está claro todavía si en los coches de autoescuela será necesario usarla o no, pero desde el sector se informa de que tanto profesores, como examinadores, seguirán con ella. De esta forma, no es descartable que se le solicite a los alumnos que la lleven durante las prácticas y examen. De cualquier forma, están a la espera de una comunicación oficial por parte de la Dirección General de Tráfico, que es quien debe regular esta materia para los meses venideros
Sanciones
Como no, el no respetar las normas marcadas con la retirada de la mascarilla acarrea sanciones económicas para el conductor y los ocupantes.
Por eso, no utilizar el cubrebocas en los casos que se ha marcado como obligatorio acarrea una sanción de 100 euros recogida en la Ley 2/2021 del 29 de marzo. Aunque la prohibición de la mascarilla se haya retirado después, prevalece esta norma anterior, por lo que si no se quiere volver a casa sin un pellizco económico, es recomendable cumplir las normas, al igual que se hace con el resto del código de circulación.
