Los boteiros de Vilariño bailaron bajo la lluvia su ancestral danza

Sus ritmos y sus colores convirtieron el municipio en un insólito espectáculo que atrae cada año a numerosos visitantes. 

La lluvia no logró disaudir a los participantes de uno de los entroidos que mejor ha conservado sus tradiciones. A pesar del agua, en Vilariño de Conso, los foliones tomaron las calles, con con el boteiro como figura central.

Los diferentes foliones se han concentrado en la plaza, desde donde iniciaron su recorrido de algo más de un kilómetro. De uno en uno, se iban dando paso, hasta congregarse todos en el camino.

Y la jornada, como ya viene siendo tradicional desde hace 25 años, tiene su momento más multitudinario en la comida de la Festa del Cabrito, que hace tres años se rebautizó como Xantar Xuntos polo folión.

Rematada la comida, volvió a salir el desfile con el folión de la asociación cultural Xuntos polo Fulión. Los asistentes a la comida en esta comarca ourensana degustaron la sabrosa carne, y entre bocado y bocado, hubo tiempo para poder hablar, reposar para tomar fuerzas e incluso, alguno para cantar. Regado con vino, el cabrito fue un manjar que ya cuenta con fieles adeptos que llevan años acudiendo a la cita, y que aseguran volverán siempre que puedan. 

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