La tradición reinó en tierras lazanas con una celebración basada en la representación de episodios bíblicos que se impuso a la lluvia
La lluvia no impidió la celebración del Santo Cristo en tierras lazanas, una tradición con un amplio recorrido en el que la devoción y la representación de episodios bíblicos se adueña del municipio.
El secreto mejor guardado, la identidad de la mujer que representaría a Eva, fue desvelada a las 12,00 horas. La afortunada fue Lara González Suárez junto a su progenitor Manolo González -de la familia conocida en el lugar como “Ardillas”-, que sin reír ni hablar, como bien marca la tradición, lucía radiante sus vestimentas. Los aplausos y los halagos de la concurrencia llenaron el lugar, y fueron los vecinos quienes marcaron el camino hasta la iglesia de San Xoán de Laza a la joven Eva, acompañada de Adán y los danzantes.
Daba así comienzo la procesión con el Santo, el ramo con el gallo, Abraham, Isaac y el Anxo a la que acudieron decenas de asistentes que no se dejaron amedrentar por las inclemencias meteorológicas.
A continuación tuvieron lugar las danzas con el grupo de gaitas, el sacrificio de Issac en la Praza da Picota y la lucha de moros y cristianos que dieron paso a una misa solemne con la actuación del Coro Parroquial de Laza. La celebración finalizó durante la tarde con el Baile de Eva amenizado por la Charanga Los Támega.
Como bien indicaba José Ramón Barreal, alcalde del municipio, “esta é a festa máis importante de Laza”, una celebración que, junto al Entroido, convierte a este municipio de la comarca de Monterrei en la cuna de la tradición. Y es que Laza conserva con las fiestas patronales del Santo Cristo uno de los pocos actos sacramentales que se celebraban en la geografía española.
Junto a la entidad local lazana, la Asociación Cultural enLAZAdos, y la comisión de fiestas son los encargados de la organización del evento. “Pese á choiva, leváronse a cabo a totalidade dos actos, como se viña facendo en anos anteriores”, señala Xacobo García, miembro de la comisión. La tradición llenó así, una vez más, todos los rincones de Laza durante esta celebración.
