La lluvia dio una tregua a los vecinos de Cualedro, quienes pudieron disfrutar de un día muy especial en este municipio ourensano: las fiestas de su patrón San Antonio de Padua, “man de santo é invocada para conseguir un bo mozo”, dicen en el lugar.
Y es que el clima permitió a la procesión recorrer Cualedro encabezados por el santo. Decenas de vecinos se unieron a esta cita, donde no faltó la música de la banda de gaitas y los fuegos que anunciaban el inicio de la fiesta. Tras procesionar por el pueblo, bajo la mirada de fieles y algún curioso, la Iglesia de Cualedro acogió la misa en honor a San Antonio de Padua.
Y al finalizar la eucaristía llegaba uno de los momentos más esperados: la subasta de “cacholas” de cerdo y lacones. Hubo unos años en los que esta tradición se perdió, pero fue la asociación de mujeres rurales Atrave la que recuperó este acto simbólico para mantener viva la esencia de Cualedro y sus peculiaridades. El dinero que se gana en la subasta se destina para la propia asociación y sus gastos de funcionamiento.
Mujeres rurales
Tras los actos religiosos y cumplir con la tradición llegaba la “troula”. Para comenzar con la celebración de este día festivo, unas 90 personas disfrutaron de una comida popular en la pista polideportiva del Toural, organizada por una empresa de catering de Xinzo de Limia con raíces en Cualedro. Una gran comida “en familia”, como dicen los vecinos de Cualedro. Eso sí, al caer el día por semana, faltaron muchas caras imprescindibles que, por motivos laborales o personales, no pudieron brindar por Cualedro y el San Antonio.
Para rematar la jornada, la charanga Os Bandiños, del concello de Bande, amenizó la tarde. Jóvenes y mayores bailaron al compás de la música, cantaron y rieron. Fue la actuación del grupo de folk “Folk Céltico da Galiza” los que pusieron el punto final, a las 19,30 horas, a la celebración de San Antonio de este 2023. Una jornada de confraternización, de amistad y de unión vecinal en Cualedro.
